bilbao - La bronca en el seno del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) escribió ayer nuevo capítulo de la mano de su presidente, Ignacio Martínez Churiaque, que dio un puñetazo sobre la mesa para intentar acallar las críticas. En respuesta a los cinco consejeros que reclaman poder votar una moción para reprobarle por su comparecencia en la comisión que investiga las ayudas a Epsilon, el presidente es tajante: no habrá reprobación formal. Churiaque se ampara en la ley que regula el funcionamiento del tribunal para evitar convocar una reunión extraordinaria y para dejar la moción fuera del orden del día del pleno ordinario del martes.
En enfrentamiento en el órgano fiscalizador vasco ha derivado en una doble vía. Por un lado, los cinco consejeros de PNV y PSE piden al Parlamento Vasco que les permita trasladar su opinión respecto a las críticas lanzadas por Churiaque al informe sobre Epsilon. La Mesa del Parlamento estudia la cuestión para decidir si la moción, y con ella la posible petición de dimisión de Churiaque, entra a la Cámara la semana que viene. Por otra parte, el TVCP celebra el martes un pleno ordinario en el que no tendrá sitio la petición de reprobación. El presidente, nombrado por el PP junto a un séptimo consejero, intenta zanjar así una cuestión que, sin embargo, generará nuevas críticas por parte de los miembros de PNV y PSE, además de continuar su curso por la vía parlamentaria.
Churiaque explica que en la comisión sobre las ayudas públicas a Epsilon e Hiriko compareció "como persona y no como cargo" y hace alusión a la diferencia entre esta y la comisión de Hacienda en la que sí está obligado a comparecer como presidente. Afirma que se refirió a su voto particular al informe porque se lo pidieron los parlamentarios. - A. Legasa