BILBAO. El consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, y la directora general de Osalan, Izaskun Urien, han comparecido en una rueda de prensa en Bilbao para presentar el informe sobre siniestralidad y enfermedad profesionales correspondiente a 2013.
Aburto ha querido ser claro antes las críticas sindicales que acusan a Osalan de no contabilizar todos los accidentes.
Las estadísticas oficiales, las que se usan para hacer las comparaciones anuales, han registrado treinta fallecidos; de ellos, más de la mitad han sido muertes no traumáticas en el puesto de trabajo, es decir, infartos, embolias... ante las que poca prevención laboral se puede hacer.
Los otros casos, hasta los 46 fallecidos, no se cuentan en las estadísticas oficiales por dos motivos: uno, porque son de autónomos o cooperativistas que no cotizan la parte de prevención.
Otro, porque en las estadísticas figuran los accidentados de empresas de Euskadi que desarrollan su labor en el País Vasco, pero no, por ejemplo, un camionero de una empresa gallega fallecido en Bilbao.
Se hace así para evitar una doble contabilidad: un camionero vasco fallecido en Sevilla se contabiliza en Euskadi, porque la empresa y la que debe realizar la prevención es vasca.
El año pasado, la CAV contabilizó ocho fallecidos que en realidad fueron fuera de la CAV y, al revés, hubo cinco muertes en Euskadi que se contaron fuera.
El consejero ha insistido en que no tiene nada que ocultar, y que Osalan investiga las 46 muertes, no solo las 30 recogidas en las estadísticas.
Lo importante, ha comentado, es que ha bajado la siniestralidad, incluso el índice de incidencia, es decir el número de casos mortales en relación a cada mil personas trabajando, lo que da el dato al margen de que haya menor actividad económica; este índice ha descendido casi un 10 %.