MADRID. Estos incrementos, aún basados en pronósticos de mercado, se producirían tras los abaratamientos del primer semestre del año y darían como resultado para el conjunto del año una factura eléctrica estable o incluso a la baja, al menos si no se producen desviaciones significativas en los peajes que obliguen a subir la parte regulada del recibo.
En enero, el Gobierno aprobó, tras suspender la subasta eléctrica del 19 de diciembre, una subida de la tarifa del 2,3%, fruto de un incremento del 0,9% en la parte regulada, o peajes, y del 1,4% en la de energía. Para la parte de la energía, cuyo peso ronda el 40%, fijó un precio de 48,41 euros por megavatio hora (MWh) que se aplicaría en el primer trimestre.
Como el precio del mercado se ha situado por debajo de estos 48,41 euros durante este primer trimestre, en cerca de 25 euros, las eléctricas deben devolver el dinero cobrado de más a los cerca de 16 millones de consumidores con tarifa regulada, conocida ahora como Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC).
Una vez acometida esta devolución, que habrá implicado a efectos prácticos un abaratamiento del recibo en el primer semestre, entrará en vigor el nuevo mecanismo de revisión de precios de la electricidad, y lo hará en medio de una tendencia alcista.
En concreto, los mercados prevén que en junio el precio medio sea de 42,4 euros por MWh y que a partir de entonces se superen los 48,41 euros fijados para el primer trimestre. En junio será de 48,58 euros, en julio de 52,4 euros y en agosto de 50,94 euros.
Para el tercer trimestre los mercados prevén un precio medio de 52,05 euros, y de 48 euros para el cuarto, con lo que la media del segundo semestre rondará los 50 euros, esto es, un 3,2% más que el precio fijado por el Gobierno. Esto implica una presión al alza del 1,3% sobre el recibo final.
POSIBLES BAJADAS ANUALES
En todo caso, las cotizaciones a plazo pronostican que el ejercicio 2014 se cerrará con un precio medio de 41,6 euros, que de cumplirse implica un descenso del 6% con respecto al precio medio de 2013.
Sobre el recibo final, esta rebaja del 6% podría suponer una presión a la baja algo superior al 2,3%, que es el porcentaje de la subida de enero, con lo que el recibo podría cerrar el año sin variación.
Para que esto ocurra, es necesario que no se active el mecanismo automático recogido por la reforma energética por el que las desviaciones significativas en los costes regulados obligan a subir los peajes.