bilbao - "Necesitamos acuerdos, pero no cualquier acuerdo". Las palabras de Ainhoa Etxaide, secretaria general de LAB, sintetizan la postura en relación al diálogo social de la central de la izquierda abertzale, convertida en llave de la concertación en Euskadi. Etxaide trasladó ayer a la prensa las propuestas realizadas al Gobierno Vasco para reactivar la negociación colectiva y el empleo, un gesto que en sí mismo es sintomático de la voluntad de LAB a dialogar en clave institucional. Etxaide abrió la puerta a participar en una mesa de negociación permanente, aunque puso como condición de que "se hable de cómo vamos a cambiar las actuales políticas", para lo que pidió al Ejecutivo de Iñigo Urkullu que "se enfrente" a Confebask.

El Gobierno Vasco ha reiniciado esta semana los contactos con sindicatos y patronal para poner en marcha el diálogo social. Las dificultades son evidentes toda vez que ELA ya ha rechazado dar su apoyo a grandes acuerdos con el Ejecutivo, aunque está abierto al pacto en asuntos concretos como la formación. Frente a la postura de la central mayoritaria, CCOO y UGT, que juntos suman el 32% de la representación en la CAV, piden a Lakua que convoque a la patronal a una mesa tripartita para consensuar las líneas económicas generales como los planes industriales y de empleo.

La clave del diálogo en Euskadi es de nuevo el sindicato de la izquierda abertzale. LAB mantiene un discurso más conciliador que el de ELA y de hecho el encuentro del jueves con el Departamento de Empleo -el consejero Juan María Aburto no pudo estar presente- ha dejado buen sabor de boca en Lakua. El solo hecho de sentarse y de hacer aportaciones es un paso, señalan fuentes del Departamento, que dan cuenta de una buena sintonía con los dirigentes de LAB, si bien aún no hay una valoración de sus propuestas.

Estas se dividen en tres patas: el modelo de relaciones laborales, los convenios y el empleo. LAB reclama más participación "efectiva y democrática" de los trabajadores en las empresas, lo que "nos lleva a hablar del modelo de empresa". "Deben ser competitivas, pero eso no se puede hacer bajando costes laborales", dijo Etxaide, que recordó que "nadie nos obliga a aplicar la reforma laboral". Etxaide cargó contra Confebask, que "actúa con desprecio a la sociedad, a la economía real y al ámbito institucional vasco" porque "quiere destruir los convenios" y "no permite tocar la fiscalidad". "Lo que nos preocupa es tener un Gobierno que no se enfrente a esto", señaló la secretaria general de LAB, muy crítica con Lakua en temas como los planes de empleo o la regulación de las condiciones de los empleados públicos.

Aun así, la sindicalista de Hondarribia aseguró que las propuestas trasladadas el jueves son "una oferta para la negociación", y explicó que su sindicato decidirá si toma parte en una mesa de diálogo social cuando reciban respuesta de Lakua y comprueben si hay margen "para diseñar políticas". "No hace falta que Aburto nos diga que está de acuerdo. La condición es que el diálogo sea democrático y podamos hablar de cómo cambiamos estas políticas. Para seguir haciendo lo mismo no nos necesitan", advirtió Etxaide en interpelación al Gobierno de Urkullu, al que LAB también ha pedido que avale su propuesta en los convenios del metal.

La negociación colectiva sigue siendo uno de los grandes obstáculos para el diálogo. Ayer LAB volvió a desmarcarse de CCOO, al que acusó de "acercarse cada vez más a la patronal", aunque el hecho de contar con una propuesta concreta de la central abertzale puede allanar el camino. Aburto mantendrá contactos la semana que viene con otros agentes sociales, entre ellos ELA.