Bilbao - La secretario general de LAB, Ainhoa Etxaide, afirmó ayer en Bilbao que la transformación de las políticas económicas que necesita Euskadi es imposible a través del diálogo social con el Gobierno Vasco y defendió la unidad de acción con ELA para forzarle a cambiar esas medidas. Esta invocación a la suma de fuerzas se produjo pese a que ambos sindicatos decidieron celebrar por separado el Primero de mayo.

La dirigente sindical señaló que el Primero de Mayo viene marcado por unos datos económicos "catastróficos, una situación de emergencia social y unas políticas que nos alejan definitivamente de la salida de la crisis". En su opinión, sin un giro en la postura del Ejecutivo de Iñigo Urkullu es inviable reanudar "ni un diálogo social general ni parcial". "Si apostamos por la transformación de las políticas, en ningún caso vemos la posibilidad de conseguir esta transformación a partir del diálogo social con las políticas actuales del Gobierno Vasco", sentenció.

El sindicato abertzale insiste en que hay que "forzar" a que sea el Ejecutivo del PNV el que apueste por un cambio "radical" de la política y para ello, es partidario de la unidad de acción entre LAB y ELA. También reclama "el protagonismo real" de los trabajadores en la toma de decisiones y que Euskadi pueda elegir su propio marco político.

Etxaide criticó al lehendakari por anteponer la salida de la crisis a la definición de un nuevo estatus jurídico para Euskadi a través del derecho a decidir de los vascos. "Es un fraude político que se nos está haciendo cuando se nos dice que el debate del estatus político se tiene que resolver después de la crisis. Primero crisis y después estatus, es una forma de robarnos a los trabajadores la capacidad de decidir ante las políticas económicas", denunció. La secretaria general del sindicato lamentó que para hacer frente a la crisis, se tomen decisiones como "vender Kutxabank, aplicar la reforma laboral o privatizar el sector público".

La manifestación de LAB, en la que participó más de un millar de personas, discurrió entre Zabalburu y la Plaza Nueva. La marcha estuvo secundada por Sortu, formación que encarnó su apoyo a la convocatoria con la participación de su presidente, Hasier Arraiz, además de miembros destacados como Joseba Permach o Marian Beitialarrangoitia.

Permach cargó contra el Gobierno de Urkullu al señalar que "no está haciendo otra cosa que cumplir a rajatabla las restricciones y los recortes que vienen y se deciden en Bruselas y Madrid". - E.P.