BILBAO - El consejo de administración de Repsol aprobó ayer el nombramiento del presidente de Petronor, Josu Jon Imaz, como nuevo consejero delegado de la petrolera. La elección del químico vasco se enmarca dentro de una importante remodelación de la estructura del equipo directivo de Repsol, cambio que coincide con la resolución teórica del conflicto con YPY cuya junta de accionistas aprobó ayer retirar las demandas judiciales que tenía contra Antoni Brufau tras la nacionalización argentina de la filial de Repsol.
La maniobra de Repsol de designar un consejero delegado era una petición antigua de varios de los principales accionistas de la petrolera y de los inversores anglosajones que no ven con buenos ojos concentrar en una sola figura todo el poder de una empresa cotizada en Bolsa. De esta forma, el presidente de Repsol, Antoni Brufau accede indirectamente a las peticiones de la mexicana Pemex, segundo accionista de la petrolera española, de separar las funciones de presidente y consejero delegado aunque los mexicanos votaron en contra alegando que no habían sido previamente informados y porque se limita el poder de Imaz. Hasta la fecha, Josu Jon Imaz era director general del área industrial de Repsol y presidente de la filial Petronor. Aunque no existen razones estatutarias para ello parecería lógico que Imaz dejase la presidencia de la participada vasca cuya gestión lleva desde hace tres meses el consejero delegado de la empresa de Muskiz, Andreu Puñet.
Con la nueva organización, el grupo Repsol, según la compañía, "refuerza la gestión de todos sus negocios y áreas corporativas, de manera que, tras el acuerdo de compensación económica alcanzado con Argentina, contará con la mejor organización para generar nuevas oportunidades de crecimiento, tanto orgánico como inorgánico". En palabras del presidente de Repsol, el nuevo modelo organizativo de la compañía se da "en el momento oportuno, una vez conseguida una compensación adecuada por la expropiación de YPF y en el que Repsol se encuentra en una posición óptima para encaminar una nueva etapa de expansión". En este sentido, Brufau destacó que "hoy iniciamos una nueva etapa con un nueva estructura directiva en la que la aportación conjunta del presidente y del nuevo consejero delegado enriquecerá la compañía e impulsará nuestro futuro".
En opinión de Brufau, "Imaz es un profesional con un brillante desempeño en Repsol, y por sus capacidades técnicas y humanas, juventud e identificación con la compañía, resulta el consejero delegado más adecuado para impulsar su futuro".
Aunque la trayectoria en la política de Imaz eclipse sus cualidades profesionales, el que fuera, entre otros cargos, presidente del PNV, es doctor en Química, especializado en polímeros, con premio extraordinario fin de carrera. Imaz conoce perfectamente los procesos industriales del sector petrolero y en los últimos años ha culminado con éxito dos de los proyectos más complejos de Repsol: la instalación de la planta de coque en Petronor y la modernización de la refinería de Cartagena, la mayor inversión industrial de España con casi 3.000 millones de euros.
Por su conocimiento profesional, sus buenas relaciones a todos los niveles, su dominio de idiomas y su juventud, Imaz se perfila como sucesor a futuro de Brufau en Repsol pues el presidente del grupo, desde 2004, cuenta ya con 66 años de edad frente a los 50 de Imaz. La opción Imaz se ha impuesto a la alternativa del economista Nemesio Fernández Cuesta.