Gasteiz - El que fuera ministro de Industria español entre 2008, -año del boom en la instalación de plantas fotovoltaicas solares en el Estado-, y 2011, Miguel Sebastián, rechazó que fuese el responsable del desmesurado crecimiento de dichas fuentes energéticas gracias a las primas que percibían y que hasta el último recorte ministerial estaban en unos 373 euros por Mwh. El que fuera director del servicio de estudios del BBVA reconoció que se habían cometido varios errores en la gestión del tema de las fotovoltaicas pero también aseguró ayer que su ministerio se encontraba "solo frente a todos" en su esfuerzo por "pinchar la burbuja" fotovoltaica en la que participaron, según palabras del ex-ministro socialista, "terratenientes y financieros", ya que las medidas necesarias no solo se encontraron con un Ministerio de Economía "ajeno" al problema, sino que no habrían contado con el apoyo ni del Congreso ni de las autonomías controladas por el PSOE.
El resultado de la política energética de dichos años es que en el Estado, según fuentes del sector, hay unas 60.500 instalaciones generadoras de energía mediante la luz solar. Las plantas fotovoltaicas recibieron 2.677 millones de euros en primas durante 2013, según la CNMC, por una producción equivalente al 2,7% de la demanda eléctrica española.
Sebastián realizó estas afirmaciones, recogidas por Europa Press, en el último número de Cuadernos de Energía, de Enerclub. El economista madrileño señala en alusión a las energías renovables que quizá no se fue "demasiado lejos", pero sí "demasiado rápido". Las primas a la energía solar, señaló Sebastián, "son en realidad una transferencia de rentas desde las pymes y la industria" hacia "los terratenientes o financieros que desplegaron los huertos solares por toda España, lógicamente, en aquellos suelos que no valían para el desarrollo inmobiliario, lejos por tanto de los núcleos urbanos, aumentando el coste del transporte".