parís - Ahorrar 50.000 millones de euros en los próximos tres años es el objetivo que se ha marcado el nuevo primer ministro francés, el socialista Manuel Valls. En la lucha contra el déficit público, los recortes en Francia se materializarán en la congelación hasta octubre de 2015 de los sueldos de los funcionarios -sin cambios desde 2010-, las pensiones y las prestaciones sociales.
"No podemos vivir por encima de nuestras posibilidades", afirmó ayer Valls, tajante, en una declaración institucional. El gasto excesivo en el país galo es un caballo desbocado. En 2013 el déficit cerró el año en el 4,3% del PIB, es decir, dos décimas por encima del objetivo fijado para Francia por Bruselas. Por eso desde la Comisión Europea se reclamaba con insistencia al Gobierno galo que efectuara reformas. Valls ha accedido a esas demandas anunciado estas medidas que afectarán además a varios ministerios, así como a las administraciones locales.
El primer ministro, de origen catalán, señaló que el gasto público en Francia representa el 57% del producto interior bruto. Ayer garantizó que Francia cumplirá sus compromisos de disminución del déficit público. Lo hará, según añadió, porque "es la base de la credibilidad y de la confianza", y no para atender la demanda de Bruselas y Berlín.
Pero no todo será un camino de rosas para el dirigente. La declaración provocó una reacción virulenta. También del ala más izquierdista de su mismo partido. Algunos de sus miembros adelantaron que no votarán a favor de esas medidas cuando se sometan a la Asamblea Nacional el próximo día 30.
Recortes De los 50.000 millones de euros que comprende el ajuste, 18.000 millones de euros corresponderán al Estado, que debe "reducir más su tren de vida", según Valls, y 11.000 millones a las administración locales. Por su parte, se recortarán 10.000 millones de euros en Sanidad y 11.000 millones en medidas de protección social.
El primer ministro galo aseguró que el recorte sanitario no se traducirá ni en una reducción de la cobertura de los pacientes ni en un empeoramiento de la calidad de la atención, sino que se impulsarán medidas como la cirugía ambulatoria, es decir altas hospitalarias el mismo día que se hace una operación, en un mayor recurso a los medicamentos genéricos y en mayor control de las recetas.
De los 11.000 millones de euros que se ahorrarán en política social, 3.000 millones de euros se lograrán con medidas ya adoptadas, mientras que la Seguridad Social hará ajustes por valor de 1.200 millones de euros.
Los ajustes incluyen una rebaja en el número de funcionarios de los ministerios, salvo en educación, seguridad y justicia. Además, el Estado buscará una rebaja en los gastos inmobiliarios y las agencias públicas estatales, a excepción de las oficinas de desempleo y las universidades, deberán reducir sus gastos.
Valls asumió que el Estado debe ser "eficaz" y no malgastar el dinero público. Pero las críticas de oposición y sindicatos se dejaron sentir con fuerza, destacando que los ajustes anunciados "han sido impuestos" por Bruselas y que "empobrecerán a los franceses".
Déficit. Francia, que en 2013 sobrepasó en dos décimas el objetivo de déficit marcado por la Comisión Europea, busca ahorrar 50.000 millones de euros en tres años.
Medidas. Se van a congelar los sueldos de los funcionarios, al igual que las pensiones, salvo las más bajas, y las prestaciones sociales, a excepción de las de subsistencia. Será, como mínimo, hasta octubre de 2015.
Sanidad. La dotación para la sanidad pública se recortará en 10.000 millones en tres años. Se ampliarán las reformas estructurales.