Washington - El Fondo Monetario Internacional (FMI) se prepara para celebrar esta semana su tradicional reunión de primavera, con los riesgos de baja inflación en la eurozona, la volatilidad financiera en algunos mercados emergentes y el rechazo a la reforma de cuotas por parte de EEUU como puntos fuertes. Precisamente, el estancamiento de la reforma de cuotas del organismo internacional aprobada en 2010, ante la nueva negativa del Congreso de EEUU a ratificarla, renovará las críticas por parte de los países emergentes a lo que juzgan como incapacidad de los avanzados para cumplir con sus promesas.

La falta de ratificación por parte de Washington, el mayor contribuyente del Fondo y con mayor peso en el voto, supone el bloqueo de la propuesta acordada hace cuatro años de forzar el reequilibrio en el seno del organismo para aumentar la representación de los emergentes como reflejo de los nuevos tiempos.

En su habitual discurso previo a los encuentros, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dibujó un panorama de estabilidad económica tras la aguda crisis financiera, pero con varios obstáculos.

Además, el organismo internacional dará a conocer las nuevas previsiones económicas de crecimiento global. Lagarde ya ha adelantado que pese a haber "doblado la esquina de la crisis", el crecimiento se prevé que siga "aún débil y frágil". - Efe