las dificultades pueden y deben ser oportunidades para fortalecer nuestra posición en el futuro, siempre y cuando afrontemos el presente con precisión para discernir entre realidad y ficción. Así, los últimos datos sobre el paro registrado en el primer trimestre 2014 pueden no gozar de plena credibilidad entre la ciudadanía ante la proximidad de unas elecciones (el 25 de mayo al Parlamento Europeo) que invitan al maquillaje mediático. No obstante, el aumento de afiliados a la Seguridad Social proyecta una tendencia tan positiva y esperanzadora como preocupante resulta el aumento del paro en el País Vasco.
Ahora bien, conviene poner cada cosa en su sitio. En primer lugar, las cifras ofrecidas por el antiguo Inem responden al paro registrado, es decir, al número de personas inscritas en las oficinas de empleo, excluyendo de las listas a quienes buscan su primer empleo o los apuntados a cursos de formación de los Servicios Públicos de Empleo. Destacamos, por ello, como positivo el aumento de afiliados y no el descenso del paro. En este sentido, el dato más fiable lo conoceremos el próximo 29 de abril cuando se haga pública la Encuesta de Población Activa (EPA) que reconoce y cuantifica como parado a las personas mayores de 16 que buscan empleo en las cuatro semanas anteriores a la entrevista y están disponibles para trabajar en el plazo de las dos semanas siguientes.
Esta será, por tanto, la estadística más cercana a la realidad económica y es también la que utiliza Eurostat para el conjunto de la UE. Por otro lado, no debe caer en saco roto la calidad del empleo que se está creando en sus tres principales vertientes: sectorial, temporalidad y salarial. Las cifras son elocuentes. El sector servicios, especialmente el turismo, es el principal generador de trabajo (21.208 empleos creados), pero con predominio de la precariedad mal pagada, en detrimento del empleo indefinido y cualificado. También son interesantes las cifras en industria (5.565 empleos) y la de solicitantes del primer empleo (9.191).
En consecuencia, el panorama no es tan negro. Incluso hay razones para ser prudentemente esperanzadores si tenemos en cuenta que el sector industrial registra una ligera recuperación del 1% en febrero en comparación con el mismo mes de 2013, según los datos del Instituto Vasco de Estadística Eustat, que también destaca una mejoría del 9,2% en las exportaciones vascas. Son datos positivos, aunque ensombrecidos por la destrucción de 368 empleos en el sector industrial durante el pasado mes de marzo.
Volvemos, por tanto, al punto de partida. Hay argumentos para pensar que se está empezando a superar la crisis (al menos, lo peor de ella), pero los precedentes de los últimos años y la desconfianza hacen que el panorama siga siendo extremadamente impreciso e incierto, al tiempo que muy expuesto a cualquier tropiezo. Sin olvidar a las miles de familias que están sumidas en la pobreza.
No faltan no motivos de esperanza, pero persiste la desconfianza.