BILBAO - El plazo del plan de viabilidad de Edesa expiró ayer sin que la Corporación Mondragón se pronunciara ni para bien ni para mal. El grupo cooperativo "continúa analizando" la propuesta elaborada por directivos de la línea de confort para reflotar las fábricas de Basauri y Bergara, las dos plantas especializadas en calentadores de Fagor Electrodomésticos. No habrá una valoración hasta que concluya ese análisis aunque el tiempo corre en contra y el pesimismo ya ha anidado en una plantilla que, con todo, "sigue esperando una respuesta".

Mondragón maneja sus propios tiempos y dejó pasar la fecha límite ajeno a las urgencias de los trabajadores. El rescate de la planta de Basauri se apoya en tres patas -los trabajadores, las instituciones y Mondragón- y la resistencia a comparecer del grupo cooperativo deja en el aire todo el proyecto. Ni la plantilla ni las administraciones implicadas se atreven a dar por muerto el proyecto, pero cada día que pasa es más complicado enderezar el rumbo de las dos fábricas y lanzar la nueva línea de confort. - DNA