bilbao. CCOO y UGT quieren reactivar las negociaciones con la patronal vasca para tratar de desbloquear los convenios colectivos. Será un tercer intento, tras los frustrados a finales de 2011 y en julio del año pasado, para construir un marco laboral que permita rescatar las decenas de acuerdos sectoriales que a día de hoy no tienen validez jurídica. Pero para que un hipotético acuerdo-marco tenga recorrido es preciso que esté apoyado por LAB, que sigue siendo la llave de las relaciones laborales vascas. La central de Ainhoa Etxaide es partidaria de sellar "convenios puente" hacia un nuevo modelo laboral en Euskadi, pero dio a entender ayer que no hablará con Confebask mientras su estrategia sea "rebajar salarios".

La situación de la negociación colectiva es más que desfavorable para los trabajadores vascos, ya que más de 350.000 han perdido su convenio, en la mayor parte de los casos uno sectorial, lo que les deja en una posición de debilidad en relación al empresario. Según datos de CCOO, de los 111 convenios provinciales de la CAV, 70 han consumido ya su prórroga de un año por lo que en principio, y al margen de que algunos puedan ser salvados en los tribunales, han perdido su fuerza legal. La patronal vasca asegura, no obstante, que la mayor parte de las empresas están respetando los contenidos de los acuerdos perdidos y se están absteniendo de realizar cambios en las condiciones laborales.

Pero esta es una situación de transición inestable jurídicamente sobre todo para los jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo. Por otro lado, las propias organizaciones empresariales están explorando fórmulas alternativas para lograr acuerdos ante el bloqueo de los convenios sectoriales, como ha hecho Adegi en Gipuzkoa.

En este contexto, el secretario general de UGT-Euskadi, Raúl Arza, anunció ayer que ha iniciado contactos con algunos agentes sociales vascos, tanto sindicatos como patronales, para ver si hay disposición a conformar una mesa de negociación viable para intentar un acuerdo que sea "el pistoletazo de salida" para renovar las decenas de convenios sectoriales bloqueados.

CCOO ultima una propuesta encaminada en esta misma dirección. Su secretario general en Euskadi, Unai Sordo, planteó ayer esta propuesta como "un último tren" al que los agentes sociales vascos puedan agarrarse antes de que los convenios se pierdan definitivamente. Si no, "cada uno tendrá que asumir sus responsabilidades", indicó en referencia a LAB, organización a la que pidió que "aclare" su postura y se sume a esta última vía de negociación que se pretende abrir. Se da por hecho que ELA, que se ha desmarcado de procesos similares, no participará en ningún caso.

Dada la representatividad sindical de Euskadi, la disposición negociadora de CCOO y UGT no es suficiente. De hecho, aquellos convenios en los que estos dos sindicatos tienen mayoría en la parte social ya están resueltos. Para que se pueda seguir avanzando, es preciso que estos dos sindicatos cuenten con el apoyo de LAB, que en muchas mesas de negociación aportaría la cuota necesaria para, entre los tres, superar el 50% de la representación sindical y hacer que el convenio vincule a todas las empresas del sector.

Curiosamente, la reforma laboral aprobada hace dos años es no solo el origen del problema -limitó a un año la prórroga de los convenios- sino también la piedra en el camino hacia su resolución. Sobre uno de sus puntos clave, el arbitraje en caso de que una empresa quiera saltarse el convenio, LAB indicó el martes que no va a participar en el organismo creado por el Gobierno Vasco para tal fin, una posición que a priori no facilita el acercamiento con la patronal vasca, interesada en que dicho mecanismo de arbitraje sea operativo.

marco propio El sindicato afín a la izquierda abertzale insiste en su disposición a abrir un proceso negociador, en el que incluye a los partidos políticos y a las instituciones, para acordar con los agentes sociales vascos un marco laboral propio que pivote sobre los convenios sectoriales. De hecho, ya participó en los otros dos procesos similares que se hicieron públicos: uno a finales de 2011, antes de aprobarse la reforma, y otro a comienzos de julio, que terminó con el rechazo de Confebask a la propuesta de Lakua.

Sin embargo, ante las interpelaciones efectuadas ayer por CCOO y UGT para abrir otra negociación, LAB prefirió marcar distancias. En una nota, la central abertzale dio a entender que no negociará con Confebask mientras la patronal siga apostando por "aplicar la reforma laboral, bajar salarios y desregularizar el mercado de trabajo".

"No hay nada que nos haga pensar que Confebask ha cambiado de opinión, sino todo lo contrario", indicó el sindicato, que subrayó que aún no tienen conocimiento de cuál será la propuesta de CCOO y UGT. "Todo indica que se trata de un nuevo intento para recuperar la concertación social desde una minoría sindical", aseguró, insistiendo en la necesidad de trasladar el debate al ámbito político para evitar la aplicación de la reforma laboral.