vitoria. Las empresas instaladas en los parques tecnológicos vascos generan más de 3.050 millones de euros al año -el 4,7% del PIB de la CAV- ingresan cerca de 519 millones en las haciendas forales -el 5,5% de la recaudación- y dejan casi cinco millones en los municipios en los que están emplazados. Son datos que refuerzan el éxito de un modelo que se ha mostrado relativamente inmune a los efectos de la crisis debido al carácter netamente innovador y exportador de las compañías que operan desde las instalaciones Zamudio -la ampliación supuso la extensión del parque a Derio- , Miñano y Miramón.

Según un amplio estudio sobre el impacto económico de la red de parques, el más ambicioso elaborado por la dirección de la Red de Parques hasta ahora, en torno a 42.000 personas trabajan de forma directa o indirecta en las instalaciones de los centros científicos y tecnológicos, lo que supone un 4,6% del total del empleo de la CAV.

El informe está elaborado con datos de 2012, pero a punto de cerrar el balance del año pasado la situación no ha variado sustancialmente debido a la ralentización de la economía en el primer semestre y el mínimo crecimiento registrado durante la segunda mitad. En principio no se han registrado grandes variaciones en el ámbito laboral y, aunque se han cerrado algunas empresas, las nuevas implantaciones han equilibrado el balance.

En conjunto, la actividad de los tres parques genera 3.050,2 millones de euros cada año, casi un 5% del Producto Interior Bruto. El impacto en el PIB se ha multiplicado por tres desde 1999, porque un gran número de compañías han dejado atrás los semilleros en ese periodo para consolidarse y crecer, en muchas ocasiones con una notable actividad en los mercados exteriores y en todos los casos con un importante perfil innovador. Además, se ha multiplicado por más de dos el número de empresas instaladas, pasando de 156 a algo más de 400.

Para poner en valor la aportación al PIB (4,7%) basta con compararlo con el impacto de todo el sector de la construcción en el PIB de la CAV: un 6,5%, 4.225 millones en 2012. Las empresas de los parques y las del ladrillo son las dos caras de la crisis. Mientras la actividad en los centros científicos y tecnológicos vascos se ha mantenido razonablemente, el sector de la construcción se ha desplomado un 33% en términos PIB durante la crisis, pasando de representar en torno a un 10% de la creación de riqueza en la CAV a los niveles actuales.

Además, el efecto tractor de las compañías de los parques es más amplío, se extiende por varios sectores, ya que operan en todos ellos. Desde los servicios, con empresas del perfil de las TIC, la industria, la propia construcción e incluso las actividades agroalimentarias.

Casi el 80% del dinero que se inyecta en el PIB desde los centros tecnológicos está ligado a la facturación de las empresas establecidas o a la de las compañías auxiliares con las que trabajan. El resto, unos 678 millones, llega de la mano de un incremento de las rentas de las economías domésticas, en forma de rentas de trabajo o de dividendos. Ese dinero se traduce en una mayor demanda que inicia un nuevo ciclo de efectos inducidos. El principal y más fácil de cuantificar es la recaudación fiscal.

recaudación fiscal En los parques se registran operaciones comerciales que permiten a las haciendas forales ingresar 224,8 millones en concepto de IVA y beneficios empresariales que reportan casi 81 millones en el Impuesto de Sociedades. Las nóminas y otras rentas suponen 213 millones en el IRPF. La suma de los tres tributos reporta 518 millones a las arcas públicas, el 5,5% del total de los ingresos fiscales.

Además, el emplazamiento de los parques científicos genera 4,9 millones de euros en ingresos adicionales en los ayuntamientos por conceptos como el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), las tasas sobre Construcciones, Instalaciones y Obras y el tributo sobre incremento del valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana.

Cada parque tiene un perfil diferenciado aunque el sector aeronáutico es el que genera una mayor demanda final: el valor de las compras que realizan los consumidores de los bienes y servicios generados. En concreto el consumo final de los productos de las compañías de los parques roza los 4.000 millones y de ellos casi 1.240 millones (31%) están ligadas a las actividades de empresas como Aernnova o ITP. Sin embargo, en Bizkaia el sector con mayores ingresos es el de la electrónica gracias, entre otros, a Ingeteam y Velatia -el antiguo Grupo Ormazabal-, seguido muy de cerca por las TIC, que están representadas por compañías del peso de Euskaltel, Telefónica, Vodafone, Ibermática y Oracle.

Zamudio es el más grande de los parques y sus dos principales actividades superan los 600 millones de euros en demanda final. Una cifra muy cercana al consumo generado por todas las empresas de sus dos hermanos menores de Araba y Gipuzkoa, que rondan los 750 millones. La electrónica y las nuevas tecnologías de la información y comunicación representan el 50% de la facturación de Bizkaia, mientras que la aeronáutica supone un 20%, con una demanda de 495 millones, básicamente ligado a ITP.

En esos niveles se mueve también el consumo generado por las firmas del sector aéreo en Araba (473 millones), que supera el 60% de toda la actividad de Miñano. La ingeniería, con algo más de 94 millones de demanda final, ocupa la segunda posición en el parque alavés.

Y en el caso de Gipuzkoa, donde las empresas más activas operan en el campo de la aeronáutica y las TIC, además tiene un importante peso la I+D principalmente por el tamaño de los dos grandes centros tecnológicos del Estado, Tecnalia Research and Innovation -que también opera en Zamudio- e IK4.