TOKIO. La persistencia del estancamiento económico en Japón, quince años sin volver a una senda de crecimiento sostenida tras el estallido de la burbuja inmobiliaria pese a contar con una poderosa industria exportadora, ha hecho que el Gobierno de Japón por boca de su primer ministro Shinzo Abe pida a las empresas niponas con beneficios un aumento general de salarios de cara a incrementar el consumo interno y acabar con las tensiones deflacionistas. Al mismo tiempo, el conservador Japón ha copiado, en parte, las medidas de política financiera estadounidense inundando el mercado de estímulos económicos también con el fin de intentar volver a tasas de crecimiento.
El primer ministro nipón Shinzo Abe no dudó en dar una vuelta de tuerca más a la presión a la que somete a las grandes compañías japonesas para que lleven a cabo una subida generalizada de los salarios como medida indispensable para que el país japonés salga de la crisis y acabe con 15 años de deflación.
"Será algo realmente clave que las empresas suban sus salarios a partir de abril", aseguró, según Efe, el primer ministro en referencia al mes en el que comienza el año fiscal nipón y el momento en el que entrará en vigor una subida del IVA de 3 puntos.
Abe añadió durante una reunión de su partido que "la única manera es que cada una de las compañías se esfuerce para que salgamos de esta persistente deflación".
En un momento en el que los sindicatos y los empresarios empiezan a negociar los salarios, el primer ministro nipón insistió en pedir a las grandes compañías como la automovilista Toyota -empresa que prevé cerrar el año fiscal 2013, que en Japón concluye el 31 de marzo de 2014, con unos 11.270 millones de euros), un 53,8% más que en 2012- que empleen parte de las ganancias en financiar una subida de sueldos.
En este sentido, el Ejecutivo japonés ha prometido medidas de apoyo para aquellas empresas que estén dispuestas a hacerlo, con el fin ayudar a conseguir su objetivo inflacionario de un 2% interanual de aquí a 2015.
Además, la subida de salarios ayudaría a aplacar el impacto negativo que puede tener en el consumo la subida del IVA aprobada para el próximo abril. El incremento de este gravamen del 5 al 8% es, según el Gobierno, una medida necesaria para revitalizar las finanzas del país, que cuenta con una deuda pública de más del doble de su PIB, la mayor del mundo desarrollado.
Una encuesta reciente muestra sin embargo que solo el 17% de las grandes compañías niponas aumentarán los salarios en el próximo año fiscal a pesar de las peticiones del Gobierno de Tokio.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, pide a las empresas que suben los salarios pero solo un 17% están dispuestas a hacerlos en 2014. Foto: Efe