GAsteiz. El Gobierno español dejará en manos de Competencia el precio de la tarifa de enero. El malestar político y social que ha generado el resultado de la subasta celebrada el pasado jueves, que anticipaba una subida de la luz del 11,5%, ha obligado al Ejecutivo de Mariano Rajoy a improvisar una alternativa en la que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) jugará un papel decisivo. Tras anular el resultado de la última subasta al concurrir "circunstancias atípicas", este organismo será el encargado de elaborar un informe a partir del cual el Gobierno fijará la subida del recibo en enero.

El movimiento del Ejecutivo de Mariano Rajoy no deja de ser contradictorio toda vez que esta misma semana ha aprobado un incremento de la parte de la tarifa que regula, los llamados peajes. Y es que antes incluso de celebrarse la polémica subasta, el recibo eléctrico ya tenía asegurado un punto porcentual de incremento en enero. El resultado de la compraventa energética del jueves no hizo sino disparar la subida hasta un nivel que el Ejecutivo ha considerado excesivo por su alto coste político.

Ante la bronca de la oposición y la denuncia de las asociaciones de usuarios, que temen que dos millones de hogares del Estado no puedan encender la calefacción en invierno, el Gobierno se vio forzado a pedir a la CNMC que investigara las posibles irregularidades producidas en la subasta al entender que la subida era "exagerada e injustificada". En la madrugada de ayer, Competencia comunicó al Ejecutivo que, efectivamente, declaraba nula la subasta ante la concurrencia de "circunstancias atípicas en el desarrollo de la misma". Estas anomalías afectan tanto al volumen subastado como al número de rondas celebradas, indicó el organismo regulador.

La anulación deja el recibo de la luz en una situación inédita en la que se desconoce qué ocurrirá en enero. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, indicó que la subasta de energía queda anulada, lo que garantiza que "no se aplicará" la subida del 10,5% que derivaba de la misma -el punto porcentual restante hasta el 11,5% se corresponde con el alza de los peajes aprobado por el Gobierno-. El ministro de Industria, José Manuel Soria, confirmó que "los precios de la electricidad no van a subir ese 11% bajo ningún concepto", indicó Soria en RNE.

La duda que surge ahora es cómo se fijará el recibo de enero. La suspensión de la subasta del jueves abre una situación de intertidumbre que no está prevista en las ordenes ministeriales al respecto. Por ello, tendrá que ser el Gobierno el que decida qué hacer. Parece seguro que la luz subirá en enero, de hecho la decisión de Competencia en principio no conlleva que se anula la subida aprobada por Industria para la parte de la tarifa regulada. No obstante, la otra mitad de la factura, la que regula el propio mercado, queda a expensas de la CNMC, que deberá elaborar un informe para dar pistas al Gobierno acerca de qué subida refleja mejor la evolución del coste de la energía, que es al fin y al cabo lo que se fija en subasta. En cualquier caso, de momento el Gobierno evita el tarifazo de enero, que hubiera supuesto alrededor de 100 euros más al año para la tarifa media.

nuevo sistema Pero el resultado de la última subasta puede ser el desencadenante del final de este sistema de fijación de precios. El presidente del Gobierno indicó ayer que implantará a partir de enero un nuevo mecanismo "alternativo" para establecer el precio de la energía, mientras que Sáenz de Santamaría añadió que será un método "objetivo y transparente", quedando así atrás el tan criticado sistema actual. En este sentido, la lupa de la opinión pública se sitúa sobre las empresas eléctricas, a las que asociaciones de consumidores y ecologistas acusan de manipular el precio de la energía en las subastas para encarecer la factura. También Soria anunció cambios en el mecanismo de fijación de precios, aunque no los concretó.

No está claro tampoco si la decisión que se tome de cara a enero será la que prevalezca para el resto de trimestres o si se mantendrá el actual sistema de subasta eléctrica con ciertas modificaciones.

Los costes eléctricos llevan tiempo siendo un asunto espinoso para el PP, inmerso en el desarrollo de una reforma energética que, como en otros ámbitos, no gusta a casi ningún agente implicado. La decisión del Gobierno de no destinar 3.600 millones a cubrir el déficit de tarifa que se generará este año -la deuda del Estado con las empresas eléctricas- ha enfadado a las compañías del sector y ha disparado los costes energéticos en el mercado mayorista en diciembre, obligando a algunas plantas industriales a frenar su producción.

Competencia ya tuvo que intervenir a petición de Industria para comprobar si las eléctricas habían manipulado los costes energéticos que pagan las grandes empresas, investigación que se ha reproducido trasla subasta que fija los precios para los hogares. Al ser preguntado sobre si las eléctricas han lanzado "un órdago" al Gobierno en esta última subasta, Rajoy respondió de manera ambigua que "hay que ser muy prudentes" al respecto.