madrid. El Gobierno español aprobó ayer una simplificación de las clases de contratos laborales, tal y como había anunciado, de manera que de los 42 tipos que hay ahora se pasará a cuatro: indefinido, temporal, contrato de formación y contrato en prácticas. El objetivo es facilitar a los empresarios, especialmente pymes y autónomos, los trámites de contratación y el conocimiento de las bonificaciones de las que se puede beneficiar, según la ministra de Empleo, Fátima Báñez. Además, el PP ha concedido más incentivos al empleo parcial para asentar en este modelo de contrato la recuperación del mercado de trabajo.
El Ejecutivo español ya había anunciado una reducción de los tipos de contrato, tal y como venía demandando la patronal CEOE, aunque finalmente la reducción será incluso más drástica de lo anunciado. Solo quedarán cuatro tipos, con una importante presencia de los modelos más precarios quedando, además de los fijos y los eventuales, dos tipos de contratos de prueba con condiciones laborales más bajas.
La ministra de Empleo anunció ayer que el Gobierno está trabajando en un cambio legislativo para facilitar reunir en un solo capítulo todos los incentivos y bonificaciones a la contratación. Báñez aseguró que este conocimiento de las bonificaciones también permitirá a los empleados "negociar mejor sus salarios".
empleo parcial Además, el Gobierno de Mariano Rajoy ha aprobado un decreto ley para fomentar el empleo a tiempo parcial como vía de creación de puestos de trabajo, ya que esta modalidad es menos utilizada en el Estado español que en la media de los países desarrollados, según el Ejecutivo. Báñez explicó que la contratación a tiempo parcial supone el 20,9% de media en los países de la OCDE, mientras que en España su uso es del 14,6%.
A su juicio, "es el momento" del trabajo a tiempo parcial, por lo que ha decidido flexibilizar este tipo de contratos y permitir que el contrato indefinido de apoyo a los emprendedores se suscriba también a tiempo parcial. Esta modalidad, introducida con la reforma laboral, está dirigido a empresas de menos de 50 trabajadores, está bonificado fiscalmente y cuenta con un periodo de prueba de un año durante el que no se paga indemnización por despido.