BILBAO. Esta propuesta va a ser votada esta semana por los 8.500 socios cooperativistas que conforman Eroski S.Coop., la matriz del mayor grupo vasco de distribución y venta de alimentos, han informado a EFE fuentes de la empresa con sede en Elorrio.
Es la primera vez que el Consejo Rector -órgano de gobierno formado por los socios trabajadores y consumidores- tiene que adoptar esta medida para tratar de enjugar las pérdidas de 2012, que en el conjunto del grupo Eroski ascendieron a 121 millones de euros.
Hasta ahora, la compañía había cerrado los ejercicios en positivo, el último, el de 2011, con 42 millones de beneficios.
De acuerdo con la propuesta del Consejo Rector, un 70 % de las pérdidas se imputarán a las reservas de la cooperativa y el 30 % restante, a los socios a través de una "reserva negativa individualizada", distinta de la cuenta de capital que tienen como cooperativistas.
Según la compañía, este planteamiento pretende ser "coherente" con el criterio aplicado hasta ahora en la distribución de beneficios, de los que un 60 % iban a reservas, un 30 % a lo socios -a la vez trabajadores y propietarios- y un 10 % a obra social.
El montante que cada cooperativista tendrá que asumir en su 'hucha de pérdidas' no será el mismo para todos, sino en función del nivel retributivo de cada uno.
"A mayor retribución, mayor impacto tanto en beneficios como en pérdidas. Es una lógica muy parecida a una sociedad anónima", han explicado las fuentes.
La previsión de Eroski es que la nueva cuenta negativa individual quede a cero en los próximos ejercicios, compensada con los beneficios que la empresa cree que recuperará con el plan estratégico puesto en marcha hasta 2016.
No obstante, para el ejercicio 2013, aunque en menor grado, todo apunta a que cerrará en negativo, puesto que en el primer semestre, las pérdidas del grupo fueron de 39,2 millones, un 18,3 % menos que en el mismo período de 2012.
Mientras la reserva negativa de cada socio esté en números rojos, los socios que abandonen la compañía deberán restar esta cantidad del capital acumulado para así calcular su liquidación.
Los malos resultados del ejercicio 2012, achacados a la caída del consumo, la modernización de la red comercial y el ajuste de precios, rompen una trayectoria positiva que había permitido a los cooperativistas acumular beneficios año tras año.
En 2006, récord en cuanto a cifras positivas (190 millones), cada socio trabajador, aparte de las 14 pagas anuales, obtuvo por beneficios el equivalente a nueve mensualidades adicionales (en 2008 se redujeron a seis).
La medida que se somete a votación esta semana no afectará al salario que cada socio recibe, que el próximo año se mantendrá en las 14 pagas, ni al sistema de jubilación.
Tampoco incidirá en el reparto de intereses de las Aportaciones Financieras Subordinadas (AFS) suscritas por inversores externos a la cooperativa, que se retribuirán el 31 de enero de 2014 al cierre del ejercicio, como acordó en su día la Asamblea General de socios.
"El compromiso de remuneración siempre lo hemos seguido y no hay dudas, ya que las aportaciones no están sujetas a los resultados de la cooperativa", han añadido las fuentes.
Además de tratar de recuperar la senda de beneficios, Eroski afronta el reto de lograr que la banca acepte reestructurar su deuda, que asciende a los 2.400 millones de euros.
La compañía que dirige Agustín Markaide quiere adelgazar su deuda con un nuevo plan de acción que pasa por afianzarse en las zonas donde ostenta una posición dominante (norte de España), cerrar tiendas no rentables y apostar por la extensión de su red de supermercados propios y franquiciados, en detrimento de los hipermercados.
Eroski, con 38.000 trabajadores -de ellos 12.620 socios-, cuenta en la actualidad con una red de unos 2.100 establecimientos, compuesta por hipermercados Eroski, supermercados Eroski/center o Caprabo, oficinas de Eroski/viajes, gasolineras, tiendas de deporte Forum Sport, perfumerías IF y 21 plataformas logísticas.