Nunca hasta ahora Bruselas había llegado tan lejos en su afán por escarmentar a las entidades financieras que durante años camparon a sus anchas, se concertaron e intercambiaron una información tan privilegiada que deberían haber mantenido en la más estricta confidencialidad. Nunca hasta ayer. Tras más de dos años de investigación, la Comisión Europea decidió castigar con una multa de 1.712 millones de euros a cinco grandes bancos (Deutsche Bank, Société Générale, Royal Bank of Scotland, JP Morgan y Citigroup) y a un broker (RP Martin) por participar en un cartel que terminó manipulando, en beneficio propio, los índices de referencia utilizados para fijar tipos de interés interbancarios como el Euribor, al que se vinculan créditos e hipotecas a tipo variable. Dos entidades, Barclays Bank y UBS, se libran por delatar el pacto y cooperar.

Se trata de la mayor multa impuesta hasta ahora por los servicios de la competencia europeos. Una sanción que sirve de escarmiento y lanza una "fuerte señal" de que la Comisión Europea está determinada a luchar contra la creación de cárteles -la infracción más grave que existe en el ámbito de la política de la competencia- y recuperar la confianza perdida tras los desmanes cometidos por el sector.

"Debo confesar, y no soy el único, que desde el inicio de esta crisis financiera ha cambiado de opinión sobre cómo actúan las instituciones financieras en los mercados. Muchas han demostrado haber actuado mal. Ha habido conductos irregulares y ahora vemos las consecuencias", advirtió ayer el vicepresidente y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, en la misma semana en la que el supervisor europeo ha puesto también en tela de juicio la independencia y el rigor con el que las agencias de calificación de riesgos otorgan las notas de deuda estatal.

Investigación La investigación del Ejecutivo comunitario arrancó en octubre de 2011, con inspecciones sorpresa a las sedes de las entidades, pero han sido necesarios dos años para imponer una multa histórica por crear un cártel en el mercado de los productos derivados de los tipos de interés que permitió amañar, en su propio interés, los índices de referencia que se utilizan para fijar indicadores como el Libor, el Tibor japonés y el Euribor a los que se vinculan muchos de los créditos e hipotecas a tipo variable y que se calculan en base a los datos que facilitan una cuarentena de entidades. "Lo chocante de los escándalos del Libor y el Euribor no es solo la manipulación de los índices de referencia que afecta al mundo entero sino también la colusión entre bancos que se supone deberían competir entre ellos", advirtió ayer calificando de "vergonzosos" los correos electrónicos enviados por las entidades.

Cartel entre 2005 y 2008 Según Almunia, el cartel del Euribor estuvo vigente entre septiembre de 2005 y mayo de 2008, apenas unos meses antes de que estallara el escándalo de Lehman Brothers, y permitió a los bancos implicados "distorsionar la evolución normal de la fijación de precios de los componentes de los productos derivados", "discutir los precios que enviaban sus entidades para calcular el Euribor" y "discutir estrategias de negociación y fijación de precios". Mientras tanto, el cartel del Tibor, sobre el yen japonés, funcionó entre 2007 y 2010 y sirvió para que las entidades intercambiaran "información comercialmente sensible".

De entre las entidades que han admitido la manipulación para pasar página, lo que les permite recortar en un 10% la sanción, el grueso de la multa la tendrán que poner dos bancos: el Deutsche Bank alemán (725,36 millones) y el francés Société Génerale (445,8 millones), además del Royal Bank of Scotland (391 millones), JP Morgan (79,8 millones), Citigroup (70 millones) y el broker R.P. Martin (247.000 euros). Aunque el británico Barclays Bank y el suizo UBS también estuvieron implicados en la manipulación han recibido una reducción del 100% de la sanción por delatar la existencia del cartel y ayudar a Bruselas a destapar el caso. De haber tenido que pagar, el primero hubiera tenido que haber entregado a Bruselas 690 millones y el segundo 2.500.

La investigación, no obstante, no está cerrada. Almunia, que reconoce la complicación de probar la existencia de cárteles, confirmó ayer que siguen sobre la pista de otros tres banco, HSBC, Credit Agricole y de nuevo JP Morgan, y otro broker que no han admitido su culpabilidad. Según explicó que el objetivo de la sanción es "castigar y disuadir" de forma que "quienes puedan estar tentados de repetir la experiencia de organizar un cartel de estas características" no lo vuelvan a hacer. "La palabra escarmiento me suena más a catecismo", añadió.

El comisario europeo también advirtió que son miles los clientes cuyas hipotecas está vinculada a las referencias amañadas y que "caben acciones privadas" contra las entidades que hicieron trampas aunque está por ver si la decisión de Bruselas puede servir de base para la denuncia de particulares por el efecto de la manipulación sobre el precio de las hipotecas.