LOS EFECTOS DE LA CRISIS >
Eroski acumula seis años en pérdidas pese al ajuste salarial y al retroceso en su expansión
Adrián Legasa
Bilbao. Eroski centra sus esfuerzos los últimos años en reducir su elevada deuda y pliega velas para reducir el impacto de una política expansiva que ha lastrado los resultados de los últimos seis ejercicios. El excesivo endeudamiento ligado a la adquisición de firmas como Caprabo y a la apertura de grandes tiendas en el Estado español ha obligado a la cooperativa a someterse a una severa dieta con traspaso de establecimientos y ajustes salariales incluidos, que de momento no logra sacarle de los números rojos.
El concurso de acreedores de Fagor ha centrado la atención mediática sobre la salud de otra de las grandes patas de la Corporación Mondragón. A pesar de la caída del consumo y de la fuerte competencia en el sector, Eroski cuenta con un negocio rentable y de hecho ha logrado mejorar este año sus resultados operativos, por lo que la situación no es comparable a la del fabricante de electrodomésticos. El problema de Eroski es su elevada deuda a causa de su expansión por distintas zonas del Estado español, y sobre todo por la adquisición de la cadena Caprabo en 2007 en una operación de 1.700 millones de euros, lo que terminó por disparar su pasivo.
Aquel año fue precisamente el último con números positivos. En 2008 Eroski registró unas pérdidas de 97 millones, coincidiendo con el inicio del proceso de reducción de deuda. Los gastos de financiación han hecho que el grupo haya ido arrastrando pérdidas los años siguientes, y previsiblemente este año se repetirán los números rojos. Hasta junio Eroski había perdido 39 millones, un 18% menos que el año pasado pero una cifra que apunta a que este año se volverá a cerrar en negativo por sexto ejercicio consecutivo.
La empresa resaltaba ayer en un comunicado la reducción de su deuda total en 1.200 millones desde 2008, lo que le permite contar ahora con "el nivel de endeudamiento más bajo de los últimos cinco años", subrayaba la cooperativa, e indicaba que cuenta con "el total apoyo" de las entidades financieras con las que tiene comprometida su deuda. A pesar de la amortización de un tercio del pasivo, Eroski aun acumula una deuda total de 2.600 millones.
El acuerdo alcanzado hace un año con las entidades acreedoras incluía el pago de este dinero de aquí a 2017, pero la cooperativa ha iniciado conversaciones con los bancos para poder hacer frente a su devolución de una manera más cómoda.
La reestructuración iría vinculada a una profundización del proceso de repliegue ya iniciado para centrar el negocio en las zonas del Estado con mejor posicionamiento de la marca. Y es que al elevado endeudamiento se suman problemas coyunturales que tampoco ayudan a recuperar los números positivos. La caída del consumo a causa de la crisis es una de ellas, sobre todo en el caso de zonas con menor tradición y en las que otras compañías como Mercadona ofrecen mejores precios. El éxito del gigante de Joan Roig es otra amenaza para Eroski, más aún tras anunciar la inminente apertura de tiendas en la CAV.
Ante este panorama gris, que se tuerce aún más con el concurso de Fagor, la cadena de distribución vasca trata de salir adelante reduciendo costes y centrándose en las zonas donde está en mejor posición para competir, básicamente el norte del Estado, para lo que ha cerrado y traspasado negocios. Dentro de esta retirada se incluye la apuesta por modelos de tiendas más pequeñas en detrimento de las grandes superficies. De los más de 2.000 establecimientos del grupo -contando gasolineras, agencias de viaje, Forum y Perfumerías If- más de 600 son supermercados de ciudad medianos o pequeños. En muchos casos, las nuevas aperturas se realizan a través de locales franquiciados en los que el grueso de la inversión recae sobre un tercero.
El ahorro de costes también toca el bolsillo de los trabajadores, que han visto reducido su sueldo un 7% de media este año, socios y asalariados. Al inicio de la crisis Eroski contaba con cerca de 50.000 trabajadores, que ahora se sitúan por debajo de 39.000 sobre todo por la venta de negocios.
Imagen de la zona de cajas de un hipermercado de Eroski en Euskadi. Foto: oskar martínez
La compra de Caprabo en 2007 disparó la deuda, que ha bajado los últimos años hasta un total de 2.600 millones
Ordaindu pide a MCC un fondo para rescatar ahorros
Portavoces de la plataforma Ordaindu pidieron ayer a la Corporación Mondragón (MCC) que cree un fondo a través del cual Fagor Electrodomésticos haga frente a las peticiones de rescate de los ahorros de sus socios, que invirtieron en la cooperativa con aportaciones voluntarias y préstamos mercantiles. Itziar Gabilondo, Mikel Olabe e Isidro Sánchez comparecieron ayer en la Comisión de Desarrollo Económico y Competitividad del Parlamento Vasco, la víspera de reunirse con el presidente de Corporación Mondragón, Txema Gisasola. La plataforma Ordaindu, que agrupa a socios cooperativistas, exsocios y familiares, demanda los ahorros invertidos en la cooperativa tanto por trabajadores en activo como por prejubilados y jubilados, que, según indican, asciende a unos 87 millones de euros. La entrada de Fagor en concurso ha agravado el problema. Olabe pidió a la comisión parlamentaria que apruebe una resolución de apoyo a sus reivindicaciones, que inste a la Corporación a que cree ese fondo para hacer frente al rescate de sus ahorros y a los administradores concursales de Fagor a que les pongan en un "orden adecuado" a la hora de la liquidación.