BRUSELAS. Los ministros de Economía de los países de la eurozona acordaron ayer poner fin al rescate bancario para España con una "salida limpia", sin ningún tipo de prórroga o ayuda adicional una vez concluya a mediados de enero, al considerar que el plan de ayuda a bancos y cajas ha sido un éxito y ha cumplido su objetivo de reestructurar el sector financiero y restablecer su acceso a la financiación en los mercados.
Con el fin del rescate, España se libra de la tutela directa de la troika -formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)-, que visitará Madrid por última vez el próximo 2 de diciembre.
No obstante, Bruselas mantendrá una vigilancia especial hasta que se devuelva el 75% del préstamo. El control consistirá en dos revisiones al año, según explicó el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, que ha señalado que todavía es pronto para precisar cómo funcionarán.
"España es un ejemplo vivo de que los programas de ajuste de la UE-FMI tienen éxito si hay un auténtico compromiso con las reformas", resaltó el Eurogrupo en una declaración sobre España. "Felicitamos a los ciudadanos españoles por sus esfuerzos y logros en circunstancias difíciles", apuntaron los ministros de Economía del euro.
El Gobierno español ha utilizado 41.300 millones de euros de los 100.000 millones del préstamos ofrecidos por el Eurogrupo en julio de 2012 para reestructurar los bancos con problemas. El préstamo europeo tiene un tipo de interés del 0,5% y un plazo de devolución de hasta 15 años.
Pese a los elogios, el vicepresidente de la Comisión Europea, Olli Rehn, advirtió que la situación del sector sigue siendo "frágil", y reclamó al Gobierno Rajoy que complete la reforma financiera, en particular con la aprobación "urgente" de la ley de cajas de ahorros, "que estuvieron en el origen de los problemas en España".
Las reformas siguen "Pedimos a las autoridades españolas que continúen de forma rigurosa el impulso reformista para abordar los retos pendientes por lo que se refiere a la situación económica y presupuestaria, incluyendo el alto paro y las vulnerabilidades resultantes de la todavía elevada deuda privada y externa", señala la declaración aprobada por el Eurogrupo.