Donostia. El presidente de Corporación Mondragon, Txema Gisasola, reconoce que con la crisis del símbolo del grupo cooperativo está pasando unos malos días, sobre todo, en lo que se refiere a la pérdida de empleos. Frente a aquellos que le señalan como actor en la crisis, apunta las fechas de febrero de 2006, cuando asumió la dirección de la cooperativa y las grandes decisiones ya estaban tomadas, y noviembre de 2011, cuando fue designado para ocupar la presidencia del grupo.
¿Cómo puede quedar la Corporación Mondragon tras la liquidación de Fagor Electrodomésticos?
La Corporación está formada por empresas que son autónomas y soberanas, que tienen sus procesos de decisión internos. Desde hace 21 años hemos funcionado de esta manera y con elementos comunes como son nuestros instrumentos de intercooperación, de solidaridad y donde compaginamos estrategias de mercados entre aquellas cooperativas que van a los mismos sectores y sinergias en otros ámbitos. En estos años, también han pasado muchas cosas. De hecho entre los años 92 y 94 hubo una crisis muy importante en la que tuvimos que reubicar a unos 2.000 socios cooperativistas, es decir, por encima de lo que estamos hablando en este momento con Fagor Electrodomésticos, y aquí estamos. La vocación de la Corporación es seguir en la línea de compromiso con los negocios rentables a los que hay que ayudar a hacer sus inversiones. En estos momentos, es cuando la Corporación y la experiencia cooperativa demostrará, una vez más, dentro de sus mecanismos de solidaridad, cómo es capaz de dar respuesta a esta situación.
¿Estamos en un escenario donde Fagor Electrodomésticos pertenece ya a la historia?
Tanto Fagor Electrodomésticos como la Corporación trabajarán en la medida de lo posible dentro del marco del concurso de acreedores a dar una respuesta a la posible viabilidad de algunos negocios existentes y a dar respuestas a las personas que quedarían en desempleo.
Cuando habla de negocios viables, ¿a qué se está refiriendo?
Hay algunas unidades de negocio de Fagor Electrodomésticos que hay que analizarlas dentro del propio concurso y ver la posibilidad y la viabilidad real que pueden tener.
Sin embargo, en un proceso concursal la administración de la empresa viene determinada por el juez...
El administrador judicial es el que administra la empresa. Los jueces suelen ser sensibles a estas situaciones donde, aparte de dar respuesta a los acreedores, también lo hacen con el empleo que se pudiese salvar. Eso es algo que suele ser habitual.
¿Cuáles son las actividades que se pueden mantener dentro de Fagor Electrodomésticos?
Eso hay que analizarlo de manera profunda. Fagor está analizando esta posibilidad y nosotros desde Corporación Mondragon vamos a ayudar en esa tarea. Siempre hemos dicho que las actividades de minidomésticos, encastre y algunas de confort por sí solas podrían tener rentabilidad. El tema no deja de ser complicado porque significa pasar de ser un actor en el mercado generalista a ser un actor muy especialista que también tendría sus dificultades de mercado. Hay que analizar la situación.
En esta perspectiva, ¿hay que olvidarse de Francia y Polonia?
La presencia de Fagor en Polonia es más de fábrica, donde, evidentemente dentro de este proceso y del marco donde estamos, habría que darle una solución. En lo que se refiere a Francia, estamos hablando también de algo parecido.
¿Hasta qué punto están afectando al proceso las discrepancias que la dirección de Fagor Electrodomésticos mantiene con el Consejo General de Corporación Mondragon?
Nosotros nunca hemos querido entrar en polémica. El Consejo Rector y la dirección de Fagor Electrodomésticos ha entendido la decisión dentro del marco donde estamos. Merece la pena ver este asunto con una perspectiva en el tiempo, porque si no lo hacemos así da la impresión de que el Consejo General ha tomado una decisión por la que deja caer a Fagor Electrodomésticos. Se trata de un proceso y no de una decisión final. Creo, sinceramente, que esa percepción es injusta. Encarar todo lo que ocurre hacia un órgano de dirección, unas personas o a la Corporación no es justo. Por eso, es necesario tener una perspectiva mayor en el tiempo. Desde este punto de vista la decisión aunque no se comparta, se entiende. Si nos retrotraemos a la década de los 2000, Fagor Electrodomésticos estaba en una posición donde para seguir manteniendo un proyecto sostenible apostó por el crecimiento exógeno y no por el endógeno. Ahí hizo inversiones muy importantes como la del año 1999 en Polonia. Desde el año 2000 a 2004 se hicieron inversiones importantísimas en todas las fábricas y plataformas de Mondragon y en 2005, se decidió la compra de Brandt.
Se dice que ha habido cooperativas como Eroski, Orona y Ulma que han sido las más beligerantes a la hora de no acudir al rescate que pedía Fagor Electrodomésticos.
Quiero dejar clara esta cuestión. No sé si hay intereses externos que hagan ver que hay una especie de división dentro del Consejo General de Corporación Mondragon. En el Consejo General no hay ninguna división. Las decisiones, y esta ha sido así, las tomamos por unanimidad. Creo que cuando se dicen estas cosas se hace mucho daño a las marcas y también a las personas. Quiero decir que no hay ninguna bestia negra dentro en nuestra casa, al tiempo que pido que no se haga daño a las marcas ni a las personas que las representan.
Si los cooperativistas entienden la decisión, ¿entonces cómo se explican las manifestaciones?
Este tipo de reacciones son comprensibles, pero se entienden las decisiones adoptadas, aunque no se compartan.
La difícil digestión de la compra de Brandt, junto con la caída estrepitosa del mercado, ¿ha podido ser una de las causas de la crisis de Fagor Electrodomésticos?
Yo no estuve en esa época en Fagor Electrodomésticos, porque entré en febrero de 2006. El objetivo de esta operación fue noble, ya que trataba de mantener la sostenibilidad de ese proyecto empresarial. No podemos obviar lo que ha pasado en este sector y en todo el mundo con una efectación muy importante de la crisis que estamos sufriendo desde hace muchos años en Europa, y, sobre todo, en España. En este sector la competitividad es un factor clave, pero se acrecienta fundamentalmente por dos cuestiones. Una de ellas es que el sector se va desmoronando, es decir, las ventas de todos los mercados caen, coincidiendo con la entrada de otros competidores de países de bajo coste que entran a comprar mercado, es decir, a tirar precios. Eso ha hecho mucho daño a todo el sector. Desde 2007 hasta hoy Fagor Electrodomésticos ha mantenido prácticamente las cuotas de mercado que tenían en sus mercados principales y ha perdido 800 millones de euros de ventas. A esto hay que añadir que la entrada de estos competidores ha hecho que los márgenes del sector hayan decrecido en torno a un 5%. Esos son datos importantes que no se pueden obviar.
Pero, a pesar de ello, ¿no parece que no se tomaban medidas en una especie de huida hacía adelante?
La reacción de Fagor a lo largo de estos años ha sido la de seguir manteniendo sus cuotas de mercado que las ha defendido con mucha dignidad y continuar con sus importantes líneas de innovación tecnológicas sobre todo en el área de cocción. También ha hecho, y eso es algo que ahora se obvia, una reducción muy importante en torno a un 44% de la plantilla para situarla alrededor de las 5.000 personas.
Pero, ¿nunca se ha aplicado el plan de viabilidad?
A finales de 2012 Fagor Electrodomésticos hace un plan estratégico que se visualiza en el periodo 2012-2014 con un plan de viabilidad. En ese plan se plantea reindustrializar las plantas de Francia, adecuando la plantilla a las necesidades del mercado y reestructurar parte del empleo de Arrasate. También hace planteamientos de crecimiento en otros mercados y, para ello, pidió financiación. Esa petición se aprobó en enero y el congreso de Mondragon lo refrendó en mayo. Entre participación en las empresas y las filiales de la cooperativa, más lo puesto en efectivo y garantías sobre operaciones la Corporación ha invertido en Fagor Electrodomésticos algo más de 300 millones de euros, de los que 140 millones han sido entre los últimos doce y catorce meses. El plan de viabilidad tenía una serie de hitos como los de la financiación que tanto Mondragon y el Gobierno Vasco cumplieron, pero también tenía otros aspectos como el de la refinanciación bancaria que, al final, no ha podido ser. Lo que ha ocurrido es que el mercado ha ido cayendo y todas esas cosas han llevado a que ese plan se viese en pocos meses que no era garante de la sostenibilidad del proyecto. Todas estas cuestiones han llevado a que Fagor haya tenido que reformular su plan de viabilidad. Y ahí, es donde se hace una petición al Consejo General de 50 millones de euros, con perspectivas de aumentar en el futuro. El Consejo General viendo lo ocurrido y no teniendo un escenario de mercado que pudiera cambiar decidió por unanimidad no dar más financiación porque el proyecto no iba a ser sostenible. Fagor lo ha entendido porque pedir dinero a las cooperativas en esas cantidades significa un esfuerzo que no podían hacer porque lo necesitan para sus propios proyectos que son rentables. Nuestros mecanismos de solidaridad tienen un límite en tanto en cuanto el 65% de Mondragon Inversiones está en Fagor Electrodomésticos.
Sin una reestructuración de las plantas y un ajuste de plantillas no se explica que una empresa tenga futuro en un mercado a la baja.
Precisamente el plan era para eso, pero las circunstancias del mercado seguían siendo adversas. Otras vías de financiación externas al grupo no han podido ser. Estábamos en una situación semejante a la que podríamos estar en enero de este año. Es el mercado el que saca a Fagor fuera. Se está produciendo una reestructuración brutal en el sector y solo van a quedar los gigantes. En la Corporación hay muchos negocios que están sorteando la crisis con nota alta. Hay muchos negocios que están dando cobertura a las cuestiones de búsqueda de empleo y financiación.
¿Esos grupos han manifestado interés por comprar algún activo de Fagor Electrodomésticos?
Supongo que en el proceso aparecerán.
¿Qué efecto puede tener la liquidación de Fagor Electrodomésticos en el seno del grupo?
Los efectos están relacionados con aquellas empresas que tenían una relación comercial como Industrias Tajo, Enbega, Fagor Electrónica, Eika, Orkli. La más afectada será Industrias Tajo, ya en una de sus líneas de negocio Fagor Electrodomésticos era un cliente importante. Esta cuestión se está analizando en el seno de la división de Componentes y vamos a ver la respuesta que se pueda dar.
Se dice que detrás de Fagor podría ir el Grupo Eroski.
Creo que se están instalando demasiados rumores sobre el efecto de Fagor Electrodomésticos. Eroski tiene un plan estratégico que lo ha puesto en conocimiento de todos los socios y trabajadores y de su contenido no se puede pensar que esté en situación de caer. Eroski está en un mercado complejo como el español, tiene una competencia compleja y está manteniendo sus líneas de negocio de una manera suficiente. Eroski tiene una deuda importante a la que tiene que hacer frente y que, evidentemente, cualquier mejora en el mercado de consumo sería bienvenida. Lo que se espera es que las líneas estratégicas aprobadas sean las buenas para la sostenibilidad del proyecto Eroski.
¿Y Laboral Kutxa?
La entidad va a finalizar este ejercicio con un capital principal por encima del 11% siendo la eficiencia del 9%. Tiene una liquidez del 88,7% cuando la media del sector es de 67,6%. Tiene una morosidad del 7,9% cuando la media del sector es del 12%. También hay que decir que el Banco de España es perfectamente conocedor de todas las decisiones de la entidad y de su estado. Es una pequeña frivolidad decir que Fagor Electrodomésticos va a tener un efecto sistémico de arrastre con otras cooperativas o entidades del grupo.
¿Y el efecto en el conjunto de la economía vasca?
Fagor Electrodomésticos tenía proveedores en la CAV con un volumen de 137 millones de euros, de los que el 25% están dentro de la Corporación. En cualquier caso, el impacto hay que medirlo empresa a empresa. Tanto Fagor como Corporación Mondragon están analizando esos impactos en la realidad y sobre el negocio que tenían. El informe nos hemos comprometido a compartirlo con el Gobierno Vasco y lo tendremos finalizado a lo largo de este mes.