Donostia. El plan de viabilidad que Fagor Electrodomésticos presentó a la Corporación Mondragón y el Gobierno Vasco y que fue rechazado por el grupo cooperativo pretendía mantener en la CAV únicamente su sección de cocción de Garagarza, en Arrasate, lo que le llevaría a ejecutar a lo largo de 2014 el cierre de las plantas de San Andrés (Arrasate), donde trabajaban hasta hace dos semanas 250 empleados en la unidad de frío -frigoríficos principalmente- y también las líneas de lavadoras y lavavajillas de Garagarza, que ocupaban a otras 220 personas.

Al mismo tiempo, la cooperativa planteaba vender activos y deshacerse de otros dos negocios que eran considerados como rentables o rentabilizables, como son el Confort (calentadores y calderas) que se fabricaban en Basauri y Bergara, así como la de minidomésticos de Aretxabaleta. Según recoge el plan de viabilidad presentado por Fagor, habría firmas competidoras interesadas en adquirir estos negocios, para lo que ya se habrían iniciado los primeros contactos.

De este modo, la emblemática cooperativa guipuzcoana dejaría de fabricar en la CAV frigoríficos, lavadoras y lavavajillas, los productos deficitarios, y también se desharía de otras actividades que considera no esenciales con el fin de "reducir los consumos de circulante". Un plan que pasaría por reubicar a unos 850 trabajadores de la CAV en otras cooperativas de la Corporación Mondragón y que habría permitido, según los rectores de Fagor Electrodomésticos, cerrar el próximo ejercicio con unos beneficios de 12,7 millones de euros.

Los cierres de las plantas vascas no serían los únicos. De hecho, Fagor Electrodomésticos planteaba cerrar también el próximo ejercicio las fábricas francesas de Vendôme, Aizenay y La Roche, que suman en total 760 trabajadores, y la marroquí de Mohammedia, con 90 empleados.

De este modo, Fagor Electrodomésticos fabricaría productos de cocción en Garagarza y Francia y además mantendría el complejo industrial de Wroclaw, en Polonia, lo que supondría "una doble mejora" debido a la "reducción de costes productivos y una mayor eficiencia industrial por saturación".

Diez días de plazo Para ejecutar dicho plan, tal y como se ha adelantado, sería necesario obtener financiación por valor de 170 millones de euros que, como es sabido, Corporación Mondragón y, en consecuencia, el Gobierno Vasco se han negado a aportar al no creer en la viabilidad de la propuesta. Sin embargo, Fagor Electrodomésticos, según recogió la agencia Europa Press, estaría trabajando a "contrarreloj" y mantiene "conversaciones" con competidores y fondos de inversión para lograr la financiación que necesita, aunque reconoce que es "muy difícil" y que, si las circunstancias no cambian, presentará el concurso de acreedores en siete o diez días.

Trabajadores de Fagor y Edesa frente a la planta de San Andrés. Foto: r.p.

Mondragón actuó "tarde y mal" para el PNV

El PNV reconoció ayer que la dirección de Fagor y de Corporación Mondragón han actuado "tarde, mal, a destiempo y con mala comunicación", mientras que el PSE-EE percibió un "enorme abismo" entre los socios y los directivos de la empresa y EH Bildu cree que no se ha hecho suficiente. Todas las formaciones con presencia en la Cámara autonómica, salvo UPyD, opinaron ayer en una tertulia matinal de Radio Euskadi, sobre el inminente cierre de Fagor Electrodomésticos ante las dificultades para conseguir la financiación necesaria que le permita mantener su actividad. El portavoz de PNV y presidente del partido en Gipuzkoa, Joseba Egibar, defendió que una vez que la dirección de Corporación Mondragón ha rechazado facilitar financiación a Fagor Electrodomésticos, las instituciones "no deben ser meras observadoras" y que el papel del Gobierno Vasco es "acompañar y ayudar para que se pierdan el menor número de empleos y el futuro sea solvente y sólido", pero nunca "sustituir a una empresa". Por su parte, el parlamentario de EH Bildu Oskar Matute planteó que "se tenía que haber hecho mucho más" para que la empresa guipuzcoana.