Bilbao. ¿Por qué el cambio de estrategia? ¿Da LAB por perdidos los convenios de sector?
No hemos cambiado de estrategia. Seguimos defendiendo el marco propio de negociación colectiva. Por ello seguimos defendiendo los convenios sectoriales, porque no se puede garantizar que todos los trabajadores puedan negociar en Euskal Herria solo desde las empresas. Pero la situación tras el 7 de julio es diferente. Así como antes del 7 de julio pusimos toda la carne en el asador en favor del acuerdo interprofesional, ahora llevamos esa pelea al ámbito de empresa. Lo que cambia no son los objetivos, sino cómo luchamos a favor de esos objetivos.
Lo ocurrido dos días antes del 7 de julio, ¿marcó un punto y aparte en la relación de LAB con Confebask?
En julio Confebask cerró la puerta al acuerdo y a la negociación y nos empujó a la conflictividad. El 5 de julio se vio claramente que quien manda en este país es una élite económica organizada en Confebask. La patronal pasó por encima del propio lehendakari imposibilitando un acuerdo para salvar nuestra negociación colectiva. Ahora no estamos en una fase de negociación, sino de confrontación. El llevar la pelea por la negociación colectiva a las empresas es precisamente otra forma de luchar por los convenios sectoriales. La realidad jurídica también es diferente tras el 7 de julio. Muchos convenios han perdido su valor jurídico, aunque para LAB siguen teniendo el mismo valor político.
¿Creen que pueden salvar más convenios de la mano de CCOO y UGT?
Seguiremos en las mesas de negociación, pero no vamos a caer en el chantaje de Confebask de congelar los convenios. Los convenios tienen que tener unos contenidos, no vale cualquier convenio. Pero Confebask ha decidido adoptar una postura clara en favor de la reforma laboral. Tiene un monopolio en la parte empresarial y está utilizando esa mayoría para bloquear las mesas. Lo cierto es que está difícil que se desbloqueen más sectores.
¿Qué contenidos defiende LAB?
Todos los trabajadores tienen derecho a negociar en Euskal Herria. No vamos a aceptar que se destruya empleo ni que se bajen los salarios o que se suban por debajo del IPC. Y para las nuevas contrataciones exigimos las mismas condiciones que para el resto. Todos esos convenios que están sin renovar hay que renovarlos recogiendo subidas salariales similares al IPC y cláusulas antirreforma laboral.
En ese intento de bloquear la reforma de Rajoy está la gran brecha con Confebask.
Mantener los convenios sin cláusulas antirreforma es retroceder. La reforma laboral ha dado más poder a los empresarios y eso se tiene que neutralizar. La reforma se está utilizando para rebajar salarios, porque mantener el sueldo congelado en la práctica es perder poder adquisitivo, y no está sirviendo para frenar la destrucción de empleo.
De momento los empresarios están manteniendo los salarios.
La patronal mantiene las condiciones hasta el 31 de diciembre en muchos casos, pero no por una cuestión de responsabilidad empresarial, sino por la lucha que desarrollamos antes del 7 de julio. Pero esta situación no está ni mucho menos consolidada, si no hay conflictividad y no presionamos a la patronal, el 1 de enero podemos tener el mismo problema que teníamos el 7 de julio.
La apuesta decidida por la confrontación en las empresas, ¿va a permitir un acercamiento a ELA?
No sabemos lo que va a pasar. LAB asume cuatro compromisos básicos que entendemos deben ser compartidos por todos los sindicatos. Vamos a llevar esa pelea al ámbito de la empresa y posiblemente habrá coincidencias de todo tipo. No estamos cerrados a coincidir con nadie. Seguimos defendiendo todos los ámbitos de negociación pero entendemos que los convenios tienen que tener unos contenidos mínimos, y eso es lo que nos diferencia de CCOO y UGT.
Sus propuestas son menos ambiciosas.
Allí donde son mayoría, CCOO y UGT están firmando convenios en los parámetros que quiere la patronal. LAB no está dispuesta a eso. Confebask tiene todos los instrumentos que le permite la ley, pero no tiene legitimidad social para aplicar esa legalidad hasta el extremo que le gustaría. A diferencia de CCOO y UGT, nosotros no vamos a darle esa legitimidad que busca. Con ELA hemos tenido otras diferencias. Con este cambio vamos a tener que vernos las caras en el ámbito de la empresa. Iremos viendo qué pasa.
Pero las dificultades de LAB para llegar a las empresas son grandes, sobre todo en zonas como Araba.
Somos conscientes de que desde las empresas no llegamos a todos los trabajadores. Por eso defendemos los convenios sectoriales y no renunciamos a un acuerdo intersectorial. Pero en este momento hay que confrontar para mover la posición de la patronal. Llevaremos ese debate a la empresa allá donde podamos.
"A diferencia de CCOO y UGT, no vamos a ser el aval social que necesita Confebask"
"Si no presionamos a la patronal, podemos tener el 1 de enero el mismo problema que en julio"