Supóngase que en el momento que va a saborear un sándwich vegetal en su casa, suena el timbre y aparece todo su club de amigos de Facebook que desean también comer. En ese momento, sólo puede ofrecer ese tipo de sándwich. ¿Cómo resolvería este problema?

Hace 100 años, en la industria del automóvil en USA, en expansión, se encontraron con un problema similar y dieron una respuesta, que no por lógica, resultó realmente transformadora: introduciendo una sistemática en la producción que se tradujo en un sistema ordenado de producción masiva. Volviendo al ejemplo del sándwich, probablemente usted ordenaría su cocina, de manera que en una parte tendríamos los paquetes de pan de molde, con una persona especializada en abrir y colocar las rebanadas, otra persona se centraría en limpiar y colocar la lechuga. A continuación de la misma tendría una persona encargada del tomate y del huevo cocido, para que tras una fase de inyectar mayonesa otra persona cerraría el sándwich.

Este sistema requiere una secuencia, un orden, un alineamiento de los tiempos de proceso -piense en los problemas de acumulación de sándwiches 'en construcción'- y esa disciplina permite mejorar la productividad. Esta mejora de la productividad, permite fabricar más en menos tiempo y por tanto anima a realizar compras de componentes en mayor volumen porque se van a utilizar más rápidamente, adquiriendo así economías de escala. Es decir, el sistema centenario (de Ford) permitía un ahorro de costes unitarios significativo, por los dos motivos: mejora de la productividad e incentivo para mayores lotes de compra. Además es un primer ejemplo de integración vertical de las actividades.

Pero fíjese en los riesgos de esta 'cocina de montaje': sólo fabrica un tipo de sándwich, y resultaría complicado reordenar la cocina para un tradicional sándwich de jamón y queso que necesita otros componentes y otra maquinaria. Por otro lado, ¿qué ocurriría si al día siguiente sólo viene la mitad de personas a comer? ¿O si aparecen más clientes?

La respuesta más fuerte a este modelo podemos encontrarlo en el modelo de producción Toyota. Pero ahora estamos en el siglo XXI, con nuevas técnicas de Manufactura Avanzada, impresoras 3D, el movimiento Do-it-yourself (DIY) que probablemente volverán a revisar toda esta teoría.