BILBAO. El Banco de España ve brotes verdes, una mejoría en la economía, pero considera que el Gobierno de Rajoy todavía tiene trabajo por hacer en el ámbito del control del gasto. Según explicó ayer el gobernador de la institución financiera, Luis Linde, "existen riesgos" para la consecución del objetivo del déficit de este año, fijado en el 6,5% del PIB, y será necesario tomar medidas los próximos meses.

La única forma de domesticar esa variable es a través del ajuste presupuestario, de modo que las palabras de Linde, sin citar medidas concretas, agitaron por un lado el fantasma de los recortes -siempre presente- y por otro despertaron las críticas del Ejecutivo español, que recomendó al banquero que se centre en el desempeño de sus tareas. Una forma más o menos cordial de llamarle al orden en un momento en el que transmitir optimismo parece ser el principal objetivo de La Moncloa. No pasó de ahí el choque entre el Gobierno del PP y el actual gobernador del Banco de España, que asumió, posiblemente sin pretenderlo, el papel que jugó Miguel Ángel Fernández Ordóñez durante los meses que estuvo al frente de la entidad con Rajoy ya en el poder. Ordóñez era una herencia incómoda de los socialistas que se mostró muy crítico con las primeras decisiones de los populares, mientras que Linde enfrío ayer la estrategia de la euforia desde dentro, aunque con más mano izquierda.

En su opinión, todas las administraciones deberán extremar la vigilancia en su ejecución presupuestaria en el segundo semestre del año. El control del gasto tendrá que ser "muy estricto" si se quieren "evitar desviaciones a final del ejercicio", aseguró en una comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso.

Linde reconoció los avances logrados en materia de consolidación presupuestaria, pero advirtió de que el esfuerzo que queda por delante es de "gran magnitud". El déficit del Estado -sin contar el de las comunidades- supera ya en un casi un punto su objetivo anual: 3,8%. En esa línea, alertó de que el cierre de esa brecha requerirá ajustes adicionales que "nunca serán fáciles", porque la recuperación del crecimiento será "gradual". Además, recordó que hay que tener presentes los problemas que plantea la dinámica de incremento de la deuda pública, que sigue creciendo y rozará al final de año el 100% del PIB. De hecho, afirmó que revertir esa tendencia es "imprescindible" para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas.

Linde apoyó la labor del Gobierno español en cuestiones como la reforma laboral, el incremento mínimo del 0,25% de las pensiones e incluso consideró razonables las previsiones económicas en las que se basan los Presupuestos de 2014. Sin embargo, la contestación del PP sonó a reproche. Así, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió a Linde que trabaje "en su ámbito de competencia" y que colabore en la recuperación económica.

En un plano más técnico, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre respondió que España está en "buena posición" para cumplir la meta del déficit ya que a su juicio la recuperación de la economía proporcionará más ingresos en la parte final del año. Añadió que el paro se situará por debajo del 26% en 2014, de forma que bajará por primera vez desde que España entró en la crisis. Además, en el segundo semestre del próximo año habrá creación neta de empleo gracias a las reforma laboral.

Luis María Linde, ayer, en el Congreso. Foto: EFE

"Hay riesgos en la meta del déficit y se requerirán ajustes adicionales

que nunca son fáciles"

Luis María linde

Gobernador del Banco de España

"Linde debe trabajar en su ámbito competencial y colaborar en la mejora de la economía"

Soraya Sáenz de Santamaría

Vicepresidenta del Gobierno español