MADRID. Así lo ha señalado durante su comparecencia ante la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo del Congreso, donde Báñez ha comparecido para explicar el proyecto de ley de reforma de las pensiones que el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes, y que incluye la creación de un factor de sostenibilidad para vincular la cuantía inicial de la pensión a la esperanza de vida en el momento de la jubilación y también la sustitución del IPC por un nuevo índice de revalorización anual de las pensiones en función de los ingresos y gastos del sistema.

Ante la crítica mayoritaria de los partidos políticos y los agentes sociales de que este cambio en el método de actualización de las pensiones provocará un empobrecimiento de los pensionistas y una pérdida de poder adquisitivo acumulado año tras año, Báñez ha vuelto a defender que el establecimiento de un suelo del 0,25% en el sistema evitará que las cuantías vuelvan a congelarse o bajar, y ha asegurado además que en el medio plazo se mantiene el poder adquisitivo de las pensiones.

Y a ello contribuirá, entre otras medidas, la Ley de Desindexación en la que trabaja el Ejecutivo que, al desvincular la actualización de los precios públicos del IPC, contribuirá a contener la inflación, lo que permitirá que "las pensiones vean incrementado el poder adquisitivo ante incrementos menores de cuantía".