eL nuevo Mercedes-Benz Clase E impresiona. Cuando hace unos días, con motivo de la presentación al público del nuevo y precioso CLA en Gazpi (el concesionario Mercedes en Navarra), el responsable de ventas, Luis Mendoza, me describía someramente la llegada de esta nueva edición del E como "una puesta al día en la que se ha modificado la estética exterior, sobre todo el frontal, con algunos detalles más del interior y se ha aprovechado para introducir un buen número de nuevos elementos de seguridad", no podía imaginar todo lo mucho, bueno y hasta sorprendente que iba a deparar esta última generación de la gran berlina alemana. Conozco a Luis desde hace unos cuantos años, y todavía me sigue sorprendiendo esa natural modestia que exhibe al hablar de los automóviles que venden, como si fuera algo habitual que la marca para la que trabaja con cada nuevo modelo estableciera nuevos estándares en capítulos como la seguridad, el confort, el equipamiento o la eficiencia energética. Cualquier otro comercial de cualquier otra marca se desviviría en impresionar y presionar al periodista de turno apabullándole con datos y nombres en inglés, mientras que aquí todo lo muestran como lo más normal del mundo. Está claro que Mercedes es otra historia.
La marca destaca en este nuevo Clase E, tanto en su carrocería berlina como en la familiar del Estate, "el estreno mundial de once nuevos sistemas de asistencia a la conducción u optimizados de la futura Clase S, que conjugan confort y seguridad. Mercedes llama Intelligent Drive a este concepto, que incluye por primera vez sistemas capaces de impedir accidentes con vehículos circulando en dirección transversal o con peatones, un detector activo de cambio de carril que logra evitar también choques con vehículos circulando en sentido contrario y una luz de carretera permanente que no deslumbra a otros conductores". Lo que sí deslumbra es la capacidad de este fabricante para seguir ideando nuevos mecanismos que vienen a corregir las limitaciones humanas y nuestros descuidos como conductores, al tiempo que sigue trabajando en introducir nuevos motores más eficientes, potentes, agradables y emocionantes, así como equipamientos de confort, conectividad, personalización y deportividad del máximo nivel.
Todo este compendio de novedades técnicas llega asociado a una evolución en el diseño estético exterior. Siguiendo la línea establecida con el Clase A, un modelo de indiscutible éxito, el nuevo E aporta un frontal, en sus dos posibles configuraciones, claramente más deportivo y que adquiere un soberbio carácter racing en las versiones AMG, lo que a su vez se conjuga con una vista lateral y posterior que destila gran elegancia y en las que los cambios son más de detalle (grupos ópticos, paragolpes, tonos, etc). Por dentro, Mercedes indica que "se ha reestilizado el interior en armonía con el expresivo diseño exterior, todo ello subrayando la impresión general de alta calidad en un espacioso habitáculo".
SOFISTICACIÓN INTELIGENTE Son dos términos que casan a la perfección con este nuevo Clase E: sofisticación, fruto de la vanguardia tecnológica de la marca, e inteligencia, por su utilidad para el día a día y la facilidad de uso. En Mercedes no quieren que dejemos de conducir y que quien se siente al volante ceda el protagonismo a la máquina, sino que sea esta la que corrija los errores, descuidos y limitaciones de los seres humanos, y que son directamente causantes de accidentes; el famoso prevenir antes que lamentar.
Y para ello nada mejor que ver antes y más y ser visto también mejor con las nuevas ópticas delanteras parcial o totalmente integradas por leds, así como apoyarse en la visión espacial para controlar la carretera y el tráfico y reaccionar adecuadamente gracias a las cámaras estereoscópicas que captan imágenes tridimensionales y permiten, en combinación con los sensores, proporcionar una visión espacial de 360 grados. Igualmente, si los sistemas de asistencia y seguridad detectan situaciones de peligro, informan y hasta actúan frenando o evitando al vehículo o al peatón con el que se va a colisionar, tanto si estos se acercan longitudinal como transversalmente.
El listado de mecanismos de seguridad preventiva resulta interminable, con ejemplos como las luces que regulan automáticamente su potencia para evitar deslumbrar a otros usuarios de la vía, los sistemas de asistencia para mantenimiento de carril y de la distancia de seguridad, el control de los puntos muertos de visión, el capó activo para posibles atropellos, sus nueve airbags, los reposacabezas activos, la llamada de emergencia en caso de accidente, el mecanismo de detección e información de señales (ideal para límites de velocidad y prohibiciones) y un larguísimo etcétera que requiere de una lectura detallada y sosegada; porque este Clase E parece más un laboratorio rodante que un coche convencional de gama alta.
Respecto al confort y equipamiento, como cabe esperar, está en la mejor línea de Mercedes. Junto a una completísima dotación básica, ofrece dos líneas de acabado: Elegance, orientada más hacia el confort, y Avantgarde, de estilo sport, al margen de la superexclusiva terminación AGM, aquí con motores de gasolina de máximo nivel (557 y 585 CV), tracción trasera o total y una orientación tremendamente deportiva y sofisticada. Los equipos de sonido, conectividad y navegación permiten disfrutar de lo último a todos los niveles, en consonancia con una dotación de confort de primera línea, como queda constatado con la climatización independiente o los asientos ventilados y calefactados que se adaptan a nuestra fisonomía, por citar algunos ejemplos, amén de las enormes posibilidades de personalización con opciones, accesorios y packs pensados para todos los gustos y compradores.
Las dos carrocerías disponibles, Berlina y Estate, comparten anchura (1,854 metros), altura (1,507 metros) y distancia entre ejes (2,874 metros), si bien difieren en la largura (4,879 metros la berlina y 4,905 el familiar), además de contar el Estate con la posibilidad de alojar siete plazas y disponer de algunos componentes en su zona de carga muy adecuados para explotar al máximo su interminable maletero.
Por último, los motores representan otro de los grandes alicientes del nuevo Clase E merced a su mejorada eficiencia, agrado de uso y prestaciones. Con cuatro, seis y ocho cilindros, tracción trasera y total 4Matic y cambios manuales de seis marchas y automáticos secuenciales 7G-Tronic Plus, los diésel se ofrecen con potencias de 136, 170, 204, 204+27 (híbrido de gasóleo), 231 y 252 CV, en tanto que los gasolina llegan con 184, 211, 252, 306, 333, 408, 557 y 585 CV, estos dos últimos de la gama AMG. Los precios, desde 42.500 a 139.000 euros. Enhorabuena a los afortunados.