madrid. El ministro de Economía español, Luis de Guindos, reconoció ayer que Europa no está avanzando en la deseada, por Madrid, Unión Bancaria dada la existencia de notables diferencias entre unos países y otros sobre la posibilidad de autorizar a la Comisión Europea, el gobierno comunitario, a liquidar las entidades financieras en crisis. En todo caso, De Guindos aprovechó la reunión del Ecofin celebrada en Vilnius (Lituania) para destacar que España es el país de Europa que está ganando más competitividad en estos momentos. Las reticencias alemanas, y británicas, a ceder poder a Bruselas en el delicado tema financiero están detrás de esta falta de avances.
Así las cosas, en la primera reunión tras el verano de los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, los mismos se mostraron divididos, según Efe, para dar la respuesta adecuada para coordinar la reestructuración y liquidación de bancos en la zona del euro, cinco años después del estallido de la crisis.
Luis de Guindos reconoció que esta "cuestión es compleja" y "delicada", al ser abordada por primera vez por los Veintiocho en el consejo informal de ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) celebrado este fin de semana en la capital lituana.
El profundo desacuerdo que existe entre varios Estados miembros y la Comisión Europea respecto a la propuesta que presentó esta institución en verano para crear un mecanismo único de reestructuración y liquidación bancaria fue una realidad incuestionable. El mayor problema, más allá de los tecnicismos legales, es el poder que la iniciativa otorga a la Comisión Europea, en Bruselas, que sería la encargada de decidir, en última instancia, si un banco en dificultades debe ser reestructurado o liquidado. Esta cesión de poder a Bruselas inquieta a varios países y cuenta con la oposición frontal de Alemania, Reino Unido y Suecia.
La cesión de poder a Bruselas en medio de la crisis no acaba de convencer a los países más poderosos y en otro tema polémico como es el de la fiscalidad, por el asunto de una especie de tasa Tobin a la banca, el propio vicepresidente del BCE, Vítor Constancio, reconoció la necesidad de reflexionar sobre el efecto de la fiscalidad en la fragmentación de los mercados. Sin embargo, recordó que desde Bruselas "hay poco margen para imponer una armonización" y apuntó que esta cuestión "debe ser considerada" por los Estados miembros. El tema surgió tras insistir el comisario europeo de Fiscalidad y Lucha contra el Fraude, Algirdas Semeta, en la legalidad de su propuesta para crear una tasa a las transacciones financieras o Tasa Tobin europea. "La Comisión Europea está absolutamente segura de la legalidad de la tasa a las transacciones financieras que hemos propuesto. Rechazamos que vaya en contra de los tratados o que ponga en peligro el mercado único", aseguró.
Respuesta al FMI Luis de Guindos aprovechó el Ecofin para contestar a la enésima recomendación del FMI de bajar salarios en España y eliminar los costes de despido. El ministro español indicó que el Gobierno no es quién para decretar el nivel de reducción salarial que necesita la economía española.
"El Gobierno no es nadie para decir cuánto tiene que ser la devaluación interna. El Ejecutivo lo que tiene que hacer es poner el marco en términos de negociación colectiva para que eso se lleve a cabo", indicó Guindos al ser preguntado por el informe del FMI.
"España en estos momentos seguramente es el país de la eurozona que más competitividad está ganando", recordó Luis de Guindos, para el que la ganancia de competitividad que ya ha logrado España mediante la devaluación interna, con la moderación de costes laborales, "tiene unos efectos mucho más duraderos y mucho más estructurales" que la tradicional devaluación del tipo de cambio que se hacía antes del euro. Esta se traducía en un aumento a medio plazo de la inflación, que limitaba la mejora de la competitividad".