Bilbao. El 7 de julio abrió una nueva etapa en las relaciones laborales de Euskadi con muchas incertidumbres que poco a poco se irán resolviendo en los juzgados. Medir el impacto del fin de la ultraactividad de los convenios vascos es muy difícil dado el elevado número de pequeñas empresas sin representación sindical, pero las centrales van arrojando datos que permiten sacar algunas conclusiones. CCOO de Euskadi informó ayer de que más de 200 firmas del sector del metal han anunciado ya que dejarán de aplicar el último convenio, lo que abre la puerta a una modificación de las condiciones laborales, denuncia la central vasca.

En realidad el número de empresas metalúrgicas que han anunciado la pérdida del convenio aplicado hasta el 7 de julio es mayor, dado que los sindicatos no cuentan con datos en muchas de ellas. En la mayoría de los 200 casos constatados por CCOO, la empresa deja sin valor el convenio pero mantiene los salarios y la jornada hasta el 31 de diciembre. Una pequeña parte, sin embargo, sí ha realizado ya modificaciones en la estructura de la nómina, de manera que se reduce la base, que queda a expensas del convenio estatal o del Estatuto del Trabajador, y se mantiene la cuantía anterior mediante complementos, lo que afectará a la revalorización del salario, avisa el secretario general de Industria de CCOO-Euskadi, Javi Goméz.

El sindicalista advierte de que, aunque la empresa decida mantener los salarios hasta fin de año, el hecho de que se informe a los trabajadores de la pérdida del convenio le permite "cubrirse las espaldas" de cara a una futura reducción salarial.

El sector del metal vasco es el más importante por número de trabajadores, con más de 120.000, y afronta un periodo complejo después de que patronales y sindicatos no hayan podido renovar ninguno de los tres convenios provinciales de la CAV, lo que precisamente permite a las empresas, según la última reforma laboral, abordar cambios en las condiciones de trabajo. Sin embargo los sindicatos consideran que estos convenios deben respetarse y están llevando a los tribunales todos aquellos casos de empresas que deciden no aplicar el convenio anterior, al margen de que el empresario haya prorrogado las condiciones hasta final de año y otra fecha.

También hay interpuestas demandas judiciales para pedir el mantenimiento de los convenios del metal de Araba, Gipuzkoa y Bizkaia. En el metal vizcaino, CC.OO. reclama que se mantenga el último convenio caducado en 2011 y firmado únicamente por esta central y UGT, mientras que, a la vez, LAB pide que se respete un acuerdo anterior, sellado también por la central abertzale y que cumplió su vigencia en 2003.

El juicio por la demanda de LAB iba a arrancar hoy, pero los tribunales han decidido unir este caso al planteado por CCOO, algo que ambas centrales rechazan dado que persiguen objetivos distintos, y se desconoce cuándo se iniciará el proceso. Los conflictos judiciales relativos al metal alavés y guipuzcoano tampoco tienen fecha de inicio.