Vitoria. El Producto Interior Bruto de Euskadi ha cambiado su tendencia. Aunque en el segundo trimestre las cifras fueron de nuevo negativas -con un crecimiento intertrimestral del -0,1%-, el retroceso fue menor al de los trimestres anteriores y augura que la curva del crecimiento ha vuelto a girar. Hay motivos para pensar que la vuelta al crecimiento está cada vez más próxima y que incluso en este tercer trimestre se produzca.
Para el Gobierno Vasco, que ayer de forma inusual realizó una valoración de los datos, la economía vasca "ya está tocando fondo" y añadió que espera que en los próximos meses inicie su recuperación, que será "muy exigua y débil". "La valoración no puede ser positiva, porque hemos continuado cayendo, pero tampoco puede ser del todo negativa", insistió.
El segundo trimestre del año volvió a reflejar que la recesión es una realidad, aunque un rápido vistazo al gráfico superior evidencia que la tendencia bajista se ha recuperado, levemente por ahora, eso sí. Es algo visual que estimula los sentidos. Caemos pero no tanto y parece que la salida de la crisis se aproxima, en cuanto a macroeconomía se refiere al menos. Y cuando el PIB recupere un cierto crecimiento continuado la economía tendrá capacidad para crear puestos de trabajo. Con menos paro la confianza de las familias crecerá y el consumo se recuperará. Con ese mayor consumo, el mercado interno recuperará las señales de vida perdidas y estimulará al propio PIB. Ésa es al menos la teoría.
Los ansiados brotes verdes podrían reflejarse en un crecimiento positivo del PIB en el tercer trimestre. Es una sensación que los agentes económicos repiten constantemente, el crecimiento del PIB será mejor y puede que positivo en el próximo dato. Se basan en una mejora de las exportaciones, que, los puertos vascos han confirmado, y en un incremento de pedidos que solo las empresas pueden constatar. Las cifras oficiales que evidencien esa mejora están por venir. De momento las estadísticas reflejan que la recesión sigue siendo real en la Comunidad Autónoma Vasca o lo fue al menos durante la primera mitad de este 2013.
Caemos, pero menos El segundo trimestre del año, aunque mejor que los anteriores, dejó constancia de ello según un avance del Eustat, el Instituto Vasco de Estadística publicado ayer. Desde abril el Producto Interior Bruto de Euskadi registró una caída del 0,1% respecto al trimestre anterior -igual que los datos del INE del conjunto del Estado-, una vez descontados los efectos estacionales y de calendario. El dato, aunque negativo, es mejor que el de los seis trimestres anteriores. Hay que remontarse casi dos años para encontrar un dato mejor, precisamente el del tercer trimestre de 2011, cuando comenzó la segunda recesión de esta crisis con aquel crecimiento plano del 0%.
También llama la atención que la tasa intertrimestral publicada ayer por Eustat es cuatro décimas menos negativa a la registrada el trimestre anterior, el del primer cuarto del año. Es una mejora considerable y que no se producía desde el segundo trimestre del año 2009, precisamente cuando la economía vasca tomaba vuelo para dejar atrás la primera recesión de esta larga crisis económica.
Pero si el dato con respecto al trimestre anterior invita a un moderado optimismo lo cierto es que una comparación interanual sigue reflejando la tozuda realidad. Respecto al mismo trimestre del año anterior, la caída del PIB vasco de abril a junio fue del 1,5%. Es un dato cuatro décimas mejor que el registrado en el primer trimestre y mejor que el estatal, porque el descenso de la economía española en el mismo periodo se cifró en un 1,6%, pero significativo en si mismo, una fuerte caída.
Eustat profundizó ayer sus cifras y anunció que desde el punto de vista de la oferta, todos los sectores registraron en ese segundo trimestre evoluciones interanuales negativas, si bien en todos ellos se observaron unas tasas algo menos negativas que las del trimestre inmediatamente anterior. Desde el lado de la demanda, la aportación del sector exterior siguió siendo positiva y además la demanda interna registró un comportamiento menos negativo que el del primer trimestre. Es decir, existe una cierta mejoría que puede invitar al optimismo.
Según Eustat, en cuanto al empleo compete, medido como puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, el segundo trimestre mantuvo tasas negativas tanto en relación al mismo trimestre del año anterior como en términos intertrimestrales, del -2,5% y -0,1%, respectivamente, aunque más atenuadas, eso sí, que en el trimestre anterior. Lo que supone que la mejoría mostrada en otros aspectos no tuvo reflejo en el empleo.