madrid. En su comparecencia parlamentaria de cierre de legislatura, última sesión del Bundestag antes de las elecciones del próximo 22, Angela Merkel endureció ayer su discurso sobre los países europeos más afectados por la crisis. La canciller alemana se refirió a Grecia, recordando que el principio por el que se rigen las aportaciones alemanas a los rescates europeos es que la solidaridad y la responsabilidad son las dos caras de una misma moneda y sentenció: "Ni un céntimo más a Grecia hasta que cumplan, y pueden citarme textualmente".

Merkel amenaza, así, con bloquear el siguiente rescate, que según los cálculos de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, será necesario en 2015 y que según otras fuentes debería llegar mucho antes. Schäuble ha reconocido ya ante la comisión parlamentaria alemana que supervisa los rescates europeos que Grecia necesitará más dinero de lo acordado en el segundo rescate y que antes de finales de 2014 surgirá un agujero de 4.500 millones de euros, lo que hará necesarias nuevas contribuciones. "Existe un problema dentro de la aplicación del programa griego", afirmó para luego añadir que el segundo rescate se quedará corto debido a las lentas privatizaciones, entre otras cosas.

Un participante en la reunión de la comisión parlamentaria ha cifrado ese agujero entre los 4.000 y 4.500 millones de euros. De acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI), Grecia necesitará en 2015 unos 6.500 millones de euros, pero es evidente que el país heleno no será capaz de cumplir con los compromisos adquiridos en ese plazo temporal y, si Merkel cumple su amenaza, el grifo será cortado en un momento crítico y podría precipitar la salida de Grecia del euro.

Discurso aliviado En todo caso, es previsible que este duro discurso preelectoral sea aliviado después de las elecciones generales. Un porcentaje de alemanes superior al 60% se muestra contrario a los rescates y la presencia en la campaña electoral de nuevos partidos políticos que exigen la salida del euro de los países con más dificultades, empuja a Merkel a endurecer su mensaje de campaña, que podría volver a su cauce tras los comicios.

En Grecia, la entrada en vigor de una normativa que permite a tiendas y supermercados vender productos caducados a bajo precio ha desatado la polémica. La nueva normativa autoriza a los negocios de alimentación la comercialización de productos cuya fecha de "consumo preferente" haya vencido, siempre que se haga en estantes separados y con un precio reducido.

Dentro de la categoría de productos que pueden ser vendidos entra alimentos de larga duración que podrán ser ofrecidos al público con descuento después de su fecha de caducidad. Aquellos cuya fecha de caducidad aparezca mediante día y mes podrán ser vendidos hasta una semana después de dicha fecha; los que se indiquen mediante mes y año, hasta un mes después, y los que se indiquen mediante año, hasta tres meses después.