vitoria. A pesar de que se ha convertido en uno de los principales apoyos con los que Mariano Rajoy defiende su política, la prima de riesgo ha llevado al Gobierno del PP de sobresalto en sobresalto y apenas está empezando a relajarse. En esa línea, ha marcado mínimos de los últimos dos años durante toda la semana y ayer cerró por debajo de los 250 puntos por primera vez desde el 11 de julio de 2011.

En concreto, el diferencial entre el bono español a diez años y el bund alemán se estrechaba a 248 puntos básicos, con una rentabilidad del 4,372%, frente a los 256,70 puntos del comienzo de la sesión. Son niveles muy alejados de los máximos históricos del año pasado, cuando se alcanzaron los 637 puntos y España estuvo al borde del rescate.

Esa situación se produjo hace poco más de un año, en julio. Y fue necesario que el BCE anunciara que estaba dispuesto a comprar deuda española, la aprobación de un rescate a la banca estatal y que Rajoy anunciara un recorte de 65.000 millones de euros, el mayor de la democracia, para evitar que la presión de los inversores empujara a España al abismo de una intervención por parte de sus socios de moneda. Desde entonces, la prima se ha atemperado gradualmente hasta llegar la zona templada actual. Templada por que si se compara con los niveles que encendieron las alarmas para el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (190) queda mucho camino por recorrer hasta que la prima deje de ser un problema y salga de zona caliente. Cuando Rajoy llegó La Moncloa estaba en los 336 puntos.