vitoria. Las necesidades de financiación de las administraciones están dejando un profundo rastro en la columna del debe del sector público. Según los datos del Banco de España, la deuda del entramado institucional del Estado creció en 6.368 millones de euros el pasado mes de junio engordando más su abultado saldo negativo. El dato acumulado del año, 943.702 millones, supone el 90,3% del PIB, solo algo más de un punto por debajo del objetivo del 91,4% marcado para todo el año.
España ha pasado de tener una de las deudas más bajas de Europa a colocarse en las primeras posiciones en un abrir y cerrar de ojos. Los Presupuestos empezaron a no cuadrar en 2009 y fue entonces cuando se puso a trabajar a pleno rendimiento la máquina de emitir deuda pública para tapar agujeros.
Luego llegaron los planes de asistencia financiera a las comunidades de régimen común, las inyecciones económicas para evitar la quiebra de ayuntamientos, los programas de pago a proveedores, las refinanciaciones de deuda ya adquirida o el rescate de la banca. Todas esas iniciativas se han alimentado de emisiones de bonos y títulos de las administraciones o de préstamos. Y si a eso se añade que la crisis ha erosionado la riqueza en el Estado, la deuda ha comido terreno al PIB a marchas forzadas con el agravante de que habrá que devolver ese dinero y además con intereses. El problema se traslada al futuro.
objetivo anual A pesar de lo cerca que se está ya del objetivo fijado transcurrida solo la mitad del ejercicio, el Gobierno del PP se mostró ayer convencido de que la situación mejorará los próximos meses y será posible cumplir con el límite del 91,4%. El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha acelerado en el arranque del año sus emisiones de deuda para aprovechar que la prima de riesgo está mostrándose menos agresiva y los intereses a pagar son menores.
Lo difícil será que en el último tramo del año no se recorra el relativamente pequeño tramo (un 1,1%) que separa el nivel actual del objetivo. Sobre todo porque el Estado, que tiene un peso del 76% de la deuda del conjunto de administraciones, ya está casi cuatro puntos por encima de su límite de déficit anual.
Los algo más de 6.300 millones de deuda contraidos en junio han elevado un 0,7% el porcentaje sobre el PIB, con lo que un avance similar en julio dejaría la estadística a las puertas de romper el objetivo. El Gobierno español confía en romper durante el verano la tendencia de crecimiento de mayo y junio para rebajar la presión.
La vicepresidenta, Soraya Sáez de Santamaría, y el ministro Cristóbal Montoro. Foto: EFE