amorebieta-etxano. ¿Estamos en el final del túnel de la crisis, como dicen últimamente algunos gobernantes?

Le llaman brotes verdes al hecho de haber tocado suelo y cuando tocas suelo no puedes bajar más. Pero eso no significa que estemos recuperándonos porque vamos a seguir otros ocho o diez de no crecimiento o de crecimiento tibio, a no ser que hagamos cosas diferentes y rememos de una manera diferente a la que hemos venido haciendo.

Se puede salir de esta con las políticas que la UE marca a los Estados basadas en la austeridad?

Europa está repartiendo miseria y para eso es mejor huir de la miseria y buscarte la vida por tu propia cuenta. Es un error pensar que las pymes puedan esperar algo de Europa, la solución a sus problemas pasa por ellos mismos, por diseñar un proyecto ilusionante. No podemos estar esperando a que venga alguien a sacarnos del atolladero. Estamos hablando ya no de competir con empresas de Europa, sino con un mercado mucho más agresivo y emergente que nos está esperando para comernos.

¿Nos va a sacar de esta la reforma laboral?

Tanto en esto como lo que ha ocurrido con los convenios, no conviene esperar a normas generales y macro para abordar problemas concretos. En el caso de las pymes, cada una tiene una situación, unas capacidades, unos problemas? y las salidas son específicas.

¿Hemos aprendido algo con la crisis?

Estamos empezando a pensar que tenemos que hacer algo. En esto no hay brotes verdes. La sociedad no ha despertado y no podemos dejar que unos pocos nos manejen.

¿Empresarios y sindicatos han aprendido algo?

Nada, ni unos ni otros. Sus mensajes no han evolucionado nada. ¿Cómo podemos dejar el futuro de las empresas en manos de organizaciones que llevan décadas y siglos con el mismo tipo de relación y organización que cuando se fundaron? Están obsoletos, incapaces de ofrecer soluciones innovativas.

¿Qué panorama nos espera tras el fracaso en la prórroga de la negociación de los convenios?

Creo que viene un panorama muy diverso. Habrá muchas organizaciones empresariales a las que esto no les va a afectar nada, que van a mantener el tipo de convivencia y relación de hasta ahora, pero también está claro que algunos empresarios, porque no son dignos de llamarse así o porque están desesperados, van a tratar de aprovecharse de las circunstancias. Frente a esto lo importante es tomar decisiones en libertad, de manera compartida y asamblearia y más autónoma, para que las personas sean más orgullosas de su participación en el proyecto.

Las mujeres en los centros de trabajo van mejorando su situación, pero todavía siguen ser valoradas igual que los hombres.

En las empresas del Grupo NER constituyen el 15% del total y su salario medio ronda los 26.000 euros anuales, y en ningún caso hay un salario diferente al mismo trabajo. En el equipo de pilotaje participan en un 24%, esto es, un porcentaje bastante superior al total de trabajadoras. Esta también es una de las razones por las que nos va a bien.

¿Solo por eso?

También porque ponemos a patear el mercado a muchas personas, mandos intermedios, que en otras empresas no hacen nada. Estas personas, en muchos casos, empiezan a ilusionarse conforme van consiguiendo pedidos para la empresa, una de las cosas más complicadas y fundamentales para el futuro de la empresa. Conocen el producto y tienen más capacidad para convencer al cliente que alguien con buenas dotes comerciales al que puedas fichar, pero que sin embargo no sabe lo que tiene entre manos. Hemos multiplicado por tres las personas que se han dedican a estas labores, no trayéndolas de fuera sino aprovechando lo que teníamos.

¿Por qué no lo hacen el resto de las empresas?

Lo que ocurre es que el empresario tradicional no quiere desprenderse de esos que cree que tienen que estar controlando la producción. Pero lo cierto es que de sacar adelante la producción ya se encargan los de azul sin necesidad de nadie. Aquí el gran problema es que nadie sale a vender, y por tanto no se puede vender.

¿Hay mucho control dentro de las empresas?

Lo que tiene que haber es información y no control. Hay que crear una buena comunicación dentro de la organización y crear objetivos. Nuestros objetivos son diseñados entre el 96% de las personas que metemos muchas horas entre noviembre y diciembre para elaborar el plan del año siguiente, mientras que en las empresas tradicionales el 95% de las personas no tiene ni idea de lo que quiere hacer la empresa.