vitoria. De los 68.873 contratos firmados el pasado mes en la CAV, 65.452 fueron contratos temporales y el resto, es decir solo 3.421, indefinidos. O lo que es lo mismo, menos de cinco de cada cien nuevos contratos, según los datos facilitados ayer por el Ministerio de Empleo español. En España la situación no es muy diferente y son solo el 6,39%, con 96.338 de los 1.507.341 totales. Las cifras demuestran, para los sindicatos y la oposición, que pese al buen dato registrado por la bajada del desempleo el empleo que se crea es precario.

Al menos ésa es la visión del principal partido de la oposición, el PSOE. La portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Soraya Rodríguez, criticó ayer "la nueva cultura del empleo" creada por la reforma laboral del PP que "destruye población activa, empleo estable y contratos indefinidos" mientras "aumenta la precariedad laboral con contratos con menos derechos y menos salarios". La socialista recordó que uno de cada tres nuevos contratos fue para una jornada a tiempo parcial.

Pero pese a todo, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, sigue alardeando de las ventajas creadas por su norma laboral, aprobada hace año y medio. Así, según esgrimió ayer, el informe sobre el impacto de la reforma laboral elaborado por el Gobierno en cumplimiento de las recomendaciones de la UE concluye que la ley ha logrado evitar la pérdida de 225.800 empleos en su primer año de aplicación. "La reforma está cumpliendo con sus objetivos iniciales", insistió ayer la popular, "ha logrado contener la destrucción del empleo, aumentar la flexibilidad y reducir la dualidad".

Pero lo cierto es que el número de contratos totales registrados durante el mes de julio Supone una bajada del 1,27% -19.417- sobre el mismo mes del año 2012. Ese descenso es mucho más palpable en el número de contratos indefinidos concretados el séptimo mes, ya que fueron un 58,20% menos que en julio de 2012 -un descenso de 134.122 acuerdos-. En lo que va de año, en España, se han contabilizado 668.153 contratos de este tipo, 264.523 menos que el año anterior, es decir, un 28,36% menos.

Balance El informe que ayer presentó Báñez tendrá que ser evaluado previsiblemente en otoño por la OCDE y por ello es posible que tras ese análisis se pueda incluir "alguna rectificación o modificación" si así lo sugiriera el organismo independiente, aunque la ministra aseguró que en lo fundamental la normativa que necesitaba el Estado en esa materia "está hecha".

Y es que a juicio de la ministra la economía española será capaz de generar empleo a partir de una tasa de crecimiento de entre el 1% y el 1,2% del PIB gracias a la última reforma laboral. Todo porque el balance del primer año de vigencia de la norma arroja un balance positivo para el Ministerio.

Por ejemplo, el informe señala que la evolución del empleo autónomo ha sido más favorable en los últimos nueve trimestres, especialmente en los posteriores a la aprobación de esa reforma, frente a la caída experimentada al inicio de la crisis. De hecho, el empleo autónomo representa el 21,8% del empleo privado.

Además, el balance del Gobierno hace hincapié en que la norma ha introducido mayor flexibilidad en el marco laboral, al potenciar la movilidad y facilitar la modificación de las condiciones de trabajo, algo que para Báñez pretende evitar en lo posible los despidos. Hasta un 27% de las empresas de más de 250 trabajadores han aplicado ya medidas de modificación de las condiciones de trabajo.