MADRID. El Gobierno de Mariano Rajoy ultima una nueva subida de la tarifa eléctrica. El aumento de la factura, que entrará en vigor el próximo sábado, es del 3,2% de media pero no afectará a todos por igual. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denuncia que el Ejecutivo español perjudicará sobre todo a quien menos gasta, mientras que para las tarifas más altas incluso podría haber una reducción. Según la OCU en algunos casos el incremento en agosto puede alcanzar el 50%.
La tarifa eléctrica de último recurso (TUR), a la que están acogida la mayoría de hogares, ya subió un 1,2% en julio, con lo que, en términos medios, en apenas dos meses el ascenso roza el 4,5%. De esta manera, los altibajos experimentados por el precio de la luz este año quedarán prácticamente compensados con un saldo ligeramente desfavorable para el bolsillo del consumidor. Y es que, tras subir un 3% en enero, la tarifa eléctrica bajó en abril un 6,6% por primera vez en cuatro años.
No obstante, el año pasado la luz fue uno de los mayores enemigos del bolsillo encadenando también varias subidas, una de ellas la del IVA de septiembre. Contando la de agosto, desde el inicio de 2012 la subida ronda el 8%, amortiguada precisamente por el descenso del 6,6% del pasado abril. La luz sube en el Estado español desde el año 2003, y desde 2006 lo hace además por encima del IPC, acumulando desde entonces un encarecimiento superior al 60%.
Los nuevos precios que entran en vigor el sábado permitirán al Gobierno español ingresar 400 millones de euros hasta fin de año para reducir el llamado déficit de tarifa, que es deuda acumulada por el Estado con las firmas del sector y ronda los 26.000 millones. El Ejecutivo del PP prevé ir reduciendo este desajuste año a año repartiendo el pago entre consumidores, que aportarán 900 millones cada año, las administraciones públicas, que aportarán otros 900, y las empresas, que pondrán 2.700 millones. Las organizaciones de usuarios ya han mostrado su descontento por este reparto, que entienden carga sobre los consumidores una parte demasiado elevada del déficit tarifario. Ayer, la OCU denunciaba que la subida de agosto será "mucho mayor" que la anunciada por el Gobierno, adelantando que habrá muchas familias que se llevarán un "susto" en su próxima factura.
Frente al aumento del 3,2% avanzado por el Ejecutivo, la OCU afirma que las viviendas con menos consumo podrían ver encarecer su factura hasta un 50%. "El efecto será desigual en los consumidores. Se beneficiarán quienes más luz consuman y se perjudicará a quien consuma poco", advierte la organización en su página web, y denuncia asimismo que la reforma eléctrica dirigida a reducir el déficit tarifario presenta "muchas incógnitas" para el consumidor.
La OCU aclara que el ascenso de costes será muy desigual porque se va a producir un "importante cambio" en la forma de cobrar. La plataforma de usuarios detalla que el término fijo, que es lo que se paga por cada kilovatio contratado, subirá hasta un 77%, mientras que el precio del kilovatio por hora bajará un 22%. Por tanto, el importe fijo pesará más, perdiendo importancia los términos variables -los niveles de gasto-. De esta forma, los hogares que más gastan se verán beneficiados por la modificación incluso podrían ver bajar su tarifa, mientras que los que tienen un bajo consumo se verán perjudicados.
La OCU destaca la importancia de revisar la potencia contratada en casa ya que quienes peor parados saldrán de la subida de agosto serán los que tengan contratada una potencia mayor de la que utilizan.
un 1,4% menos Los ajustes del Gobierno español empiezan a pasar factura a las grandes eléctricas. Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa ganaron 3.622 millones de euros en el primer semestre del año, un 1,4% menos que en el mismo periodo de 2012. Las compañías eléctricas cifran el impacto de la reforma energética de Rajoy en 1.350 millones en 2013 y 2014, y avanzan un previsible deterioro en la calidad del suministro y en el empleo, especialmente dentro de la actividad de distribución.