bilbao. La resistencia del Gobierno de Mariano Rajoy a aclarar el criterio sobre el que se realizará el reparto del déficit autonómico este año mantiene viva la batalla de las comunidades por hacerse con un mayor trozo del pastel. El mecanismo se desvelará mañana en el Consejo de Política Fiscal y los gobiernos autonómicos continúan posicionándose ante una cita que se prevé espinosa.
Catalunya atraviesa serios problemas económicos, se considera una víctima del sistema de financiación de las comunidades de régimen común y alzó ayer de nuevo la voz para reclamar un tratamiento preferencial. Así, el presidente catalán, Artur Mas, admitió que difícilmente se conseguirá la reclamación catalana de un tercio del techo de déficit total para España (un 2,1%) pero confía en quedarse cerca y avisó de que un 1,7 % es "insuficiente".
En una comparecencia de prensa, Mas, que aún no ha presentado los presupuestos del 2013 a la espera de que defina al techo de déficit, afirmó que el objetivo de entre el 1,5% y el 1,7% del PIB que la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, dijo también ayer que pedirá al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, obligaría a hacer recortes "muy duros" que el Gobierno catalán no está dispuesto a aplicar.
Mas manifestó a su vez su "sorpresa" por el hecho de que Sánchez-Camacho, siendo catalana y del Partido Popular catalán, "se ponga tan rápido al lado del Ministerio de Hacienda". Lo que ya parecer evidente es que no habrá el déficit unitario que reclaman las comunidades cumplidoras como Euskadi, las que sostienen que todas las comunidades deben tener el mismo margen de endeudamiento, el 1,3%.
La petición de la presidenta del PP catalán alimenta la sensación de que los líderes regionales populares ya conocen el sistema de reparto y algunos presidentes de comunidades ya han despachado con el propio Mariano Rajoy, el último, el extremeño, José Antonio Monago, la semana pasada. Habrá pelea por cada décima y en el caso de Euskadi y Nafarroa la cifra se definirá en las comisiones bilaterales que mantienen con el Estado con la referencia, eso sí, del reparto general.
Las urgencias son mayores en Catalunya. El Govern de la Generalitat reclama un tercio del objetivo total de déficit del 6,5 % que la UE ha asignado a España para este 2013, lo que equivaldría a un 2,1 %, y está a la espera de que el Ministerio de Hacienda comunique esta semana el reparto del déficit entre las comunidades, y por tanto la cifra definitiva catalana, para decidir si presenta finalmente los presupuestos de este año o mantiene la prórroga.
Si el Ministerio de Hacienda traslada finalmente mañana el objetivo de déficit de las comunidades autónomas, Mas convocará una reunión extraordinaria del Govern el próximo martes 6 de agosto para tomar una decisión sobre si finalmente se llevan los Presupuestos del 2013 al Parlament o no. Esquerra Republicana de Catalunya ya mostró ayer su disposición a negociar lo que calificó como "los últimos presupuestos autonómicos de Catalunya", los de 2013 y 2014, dando a entender que a partir de esa fecha los catalanes tendrán su propio Estado.
En Andalucía, el número dos del PSOE, Mario Jiménez, advirtió de que los servicios públicos esenciales "están en juego" si se mantiene el objetivo de déficit en el 1,3%, por lo que ha hecho un llamamiento a todas las fuerzas políticas, especialmente al PP, para reclamar un trato "justo" con Andalucía. El presidente murciano, Ramón Luis Valcarcel (PP), incidió en esa línea pidiendo un déficit "individualizado" para cada comunidad.