vitoria. La economía española, aunque muestra signos de mejora, sigue en recesión, o lo que es lo mismo, su PIB decrece a menor ritmo que el trimestre anterior. Y es que el Producto Interior Bruto estatal cayó un 0,1% en el segundo trimestre, lo que supone una mejoría de cuatro décimas respecto a la desaceleración registrada entre enero y marzo -cuando fue -0,5%-, según la estimación publicada por el Banco de España ayer. Así, en cuanto a la caída del PIB se refiere, España parece haber tocado fondo a finales de 2012, aunque la volatilidad de este termómetro no da lugar a pensar que la tendencia mostrada pueda ser definitiva.
Pero de cumplirse los pronósticos repetidos por los ministros españoles de Hacienda y Economía -Cristóbal Montoro y Luis de Guindos-, ese segundo trimestre podría ser el último de recesión, por lo que este tercero podría marcar ya cifras en positivo. Ese parece el progreso de la economía, ya que según el boletín económico publicado por el organismo que preside Luis María Linde, en tasa interanual la caída del PIB se atenuó en ese segundo trimestre en dos décimas, hasta el 1,8%, sobre el 2% de entre enero y marzo.
Así, por el momento se están cumpliendo los pronósticos del Gobierno popular y del propio Banco de España. Ambas instituciones habían adelantado que la caída entre abril y junio iba ser próxima a cero, como así ha sido, aunque se mantiene en números rojos. En cualquier caso, estos datos basados en la información disponible, todavía incompleta, deberán ser corroborados por el Instituto Nacional de Estadística el próximo 30 de julio.
Exportaciones El banco regulador atribuyó ayer la desaceleración en la caída del PIB a la "fortaleza" de la demanda exterior neta, que aportó 0,4 puntos al crecimiento del PIB (tres décimas más que entre enero y marzo). Es decir, que fueron las exportaciones las que permitieron a la economía tomar un poco de aire entre abril y junio. Todo porque la mejora de la economía mundial ha impulsado este tipo de movimientos, merced al mayor dinamismo de los mercados internacionales.
España basa su mejoría en ese sector exterior entre otras cosas porque el mercado interior sigue más bien parado. En cuanto a la demanda nacional la caída intertrimestral fue del 0,6%, similar a la de los tres meses anteriores, en un contexto en el que las familias y las empresas siguen sin impulsar el consumo. Además, según el Banco la incertidumbre por el estado del mercado de trabajo y las dificultades de acceso a la financiación "no acaban de disiparse", lo que acrecienta los temores de los españoles.
Precisamente que España base su crecimiento en el sector exterior es algo que preocupa al banco regulador. Para la entidad aún persisten dudas sobre la eurozona, lo que podría originar una posible evolución más desfavorable de la demanda externa, junto a una intensificación de la crisis financiera, las dificultades en el proceso de reducción de deuda pública y privada y la debilidad del mercado de trabajo.
Mercado de trabajo La misma entidad anunció ayer que prevé que la tasa de paro registre un "leve descenso" en el segundo trimestre del año. Precisamente mañana está previsto que el INE anuncie la Encuesta de Población Activa relativa a ese segundo trimestre.
Según el Banco de España, el desempleo tuvo una caída intertrimestral del 0,3%, entre abril y junio. El propio banco resalto que de confirmarse, representaría la cifra menos desfavorable de los dos últimos años. Además el Banco de España estima un retroceso interanual de la ocupación del 4% en el segundo trimestre, medio punto menos que en el trimestre precedente, al igual que un retroceso interanual de la ocupación del 4%.
Por otro lado, la remuneración por asalariado en las ramas de mercado descendió un 0,6%.
La demanda exterior creció pero la eurozona sigue dejando dudas. Foto: Oskar Martínez