PARÍS. Hollande, en una cena a la que fue invitado por un grupo de periodistas, también reiteró la idea de que Francia ha salido de la recesión, aunque admitió que la fase de crecimiento no llegará antes de 2014, contó hoy en "France Info" una informadora presente.
El presidente insistió en que "hemos salido de la crisis del euro" que sacudió a los países periféricos y "sabemos que no ocurrirá nada grave este verano".
El líder socialista definió su línea política como "reformista", que desmarcó de "una política más a la izquierda, con proteccionismo, desequilibrio en las cuentas", pero también de una política de derechas que suprimiría las 35 horas semanales vigentes en Francia o subiría la edad de jubilación voluntaria a 65 años (ahora es 62).
Más todavía de una extrema derecha que quiere salir del euro y expulsar a los extranjeros, relató "Le Parisien".
El presidente dijo que quiere hacer una verdadera reforma del sistema de pensiones pero "aceptable", programada a la vuelta de las vacaciones de verano, y aseguró que su prioridad es trabajar con la vista puesta en cómo será Francia en diez años, cuando ya no esté en el puesto.
Señaló que quiere "una Francia soberana e independiente, una Francia dinámica, una Francia ecológica" y, sobre todo, "solidaria" en la que se hayan podido superar "las querellas religiosas, sobre los problemas de pensiones".
Hollande, que desde hace meses tiene niveles de popularidad históricamente bajos, reconoció que eso no mejorará para él mientras no haya resultados en términos de crecimiento y de empleo.