BILBAO. El PNV se ha mostrado convencido de que, tras el fracaso en la negociación de los convenios, la patronal vasca, "con la reforma laboral de Rajoy en la mano" aboca a "una situación muy preocupante" en la que es previsible "un incremento de la conflictividad".

EH Bildu ha asegurado que, ante esta situación, "no queda otra que seguir luchando y movilizándose", mientras el PSE ha criticado a "la patronal más intransigente" de España. El PP, por su parte, ha alertado de "peligro" de hacer un llamamiento a la "confrontación", mientras UPyD ha acusado al Gobierno Rajoy de propiciar esta situación al adoptar medidas "contra "la parte más débil" de la sociedad.

En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, la parlamentaria jeltzale María Eugenia Arrizabalaga se ha mostrado convencida de que, desde este lunes, "se abre un tiempo de incertidumbre" en el que "es de prever un incremento de la conflictividad".

Este panorama será, a su juicio, "malo para las empresas y para los trabajadores, que se encuentran en una situación de desprotección y desregularización", derivada de una reforma laboral, que "no se puede defender ni desde el punto de vista de la competitividad empresarial".

En su opinión, el lehendakari, Iñigo Urkullu, hizo, en estos dos últimos días, una "labor de mediación" con una propuesta en la que "razonablemente era de prever que se pudiera dar un acuerdo", porque proponía prorrogar la ultraactividad "una nueva oportunidad" y que fue aceptada por los sindicatos.

Según Arrizabalaga, no sorprende el rechazo de Confebask, porque ya en 2011, antes de la aprobación de la reforma Laboral, su secretaria general, Nuria López de Gereñu, "pedía el fin de la ultraactividad de los convenios, por considerarlo excesivo para las relaciones laborales".

En su opinión, Confebask, "para qué quiere más, con la Reforma Laboral de Rajoy en la mano, está abocando a una situación preocupante". "Nosotros estamos a favor de la competitividad pero también de la estabilidad en las relaciones laborales", ha puntualizado.

Por su parte, el parlamentario de EH Bildu Dani Maeztu ha asegurado que, ante la actual situación a los trabajadores vascos, "no les queda otra que seguir luchando y movilizándose".

Ha recordado que, hace dos semanas, la patronal guipuzcoana, Adegi, ya puntualizó que, a partir del 7 de julio se abría "una nueva etapa y nuevas oportunidades para la élite empresarial, que quiere aprovechar una herramienta, como la reforma laboral".

Maeztu ha señalado que la última modificación del mercado de trabajo se hizo "en un contexto de rescate a la banca" y ha considerado que el dinero que se dio al sistema ha tenido, entre otras "contraprestaciones", el de "los recortes brutales de los derechos sociales adquiridos durante muchísimos años".

"La élite empresarial quiere aprovechar esas herramientas a su favor y, a la otra parte, no le va a quedar más remedio que seguir movilizándose y diciendo que nada han tenido que ver sus condiciones sociales y laborales en esta crisis", ha manifestado.

INTRANSIGENCIA

El parlamentario y secretario general del PSE de Alava, Txarli Prieto, ha defendido que las relaciones laborales "son fundamentales" para evitar que impere "la ley de la jungla" y también "para el conjunto de la sociedad".

Para el dirigente socialista, Euskadi cuenta con "la organización empresarial más intransigente de toda España", porque, mientras se están alcanzado acuerdos en otros lugares, "aquí es imposible".

A su juicio, ésta es "una estrategia sindical-empresarial-política que viene de lejos" porque "tanto ELA como Confebask han hecho todo lo posible por ir cargándose los convenios colectivos" y trasladar la negociación "a la suerte de cada una de las empresas".

Ante este panorama, "hasta el propio Gobierno vasco se ha visto obligado a entrar en arena" y mostrar "con claridad" que "hace falta una regulación laboral". "Estamos ante un problemón que ha creado el nacionalismo más radical", ha considerado.

Por último, ha advertido de que "cuando en una sociedad no hay reglas, se establece el caos", por lo que ha apuntado que "cualquier minuto, a partir de éste, sirve para arreglar este problema y llegar a un acuerdo", ha dicho.

Ha afirmado que UGT, CC.OO., LAB y el Gobierno vasco y los partidos políticos "están de acuerdo", lo que supone que "el 90% de la sociedad, instituciones y participación política" coinciden. Por ello, considera que "habrá que desbloquear esa intransigencia, cerrazón y caos al que nos quieren llevar Confebask y ELA".

La parlamentaria del PP vasco Laura Garrido cree que "siempre puede haber tiempo" para el acuerdo, especialmente "cuando no ha expirado el plazo". Sin embargo ha recordado que "las negociaciones llevan abiertas mucho tiempo" sin que se hayan acercado las posturas.

En su opinión, la propuesta del lehendakari llegó "in extremis" y "quizás haya podido llegar tarde".

Garrido se ha mostrado preocupada por "la situación futura" ya que "algunos están haciendo un llamamiento a la confrontación bastante peligroso, en un futuro", ante el "escenario delicado de la crisis".

"Es un llamamiento a tener un futuro no muy deseable. En un escenario de crisis económica no podemos pensar que todo siga igual. Las empresas tienen que tener mecanismos para poder adaptarse a la situación, con acuerdo, pero con flexibilidad, para no verse abocadas al cierre", ha explicado.

El portavoz parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, ha discrepado de Garrido y ha considerado que, en un escenario de crisis económica, es necesario un Gobierno "que tome decisiones correctas y no contra la parte más débil de la sociedad".

"La última reforma laboral va en la línea de masacrar a los más débiles y arrasar con todo lo que había, trasladando la carga de la crisis a los trabajadores", ha criticado.

Ha acusado al Gobierno Rajoy de ser "un peligro" al propiciar que los empresarios "se aprovechen de esa reforma" y "empeorarlo todo". Maneiro ha pronosticado una "situación muy complicada" con "mayor conflictividad e inseguridad jurídica".