bilbao. Arza reivindica su propio perfil como secretario general de UGT-Euskadi. Dámaso Casado, líder del sindicato desde 2002, es pasado. "Se ha hablado mucho de que soy la continuidad de Casado, pero los que me han apoyado en el Congreso no han percibido eso", indica días después de ganar la partida a Pilar Collantes en una votación ajustada.
¿Qué ambiente se respira dentro del sindicato? ¿Confía en ganarse al sector de Collantes?
El Congreso se cerró el viernes. Somos una organización democrática y me considero el secretario general de todos los afiliados. Necesitamos una UGT lo más unida posible, bastantes problemas tenemos fuera.
En el Congreso obtuvo el 55% de los votos. ¿Le sorprendió el alto respaldo que recibió su rival?
Mi candidatura partía en desventaja, pero los delegados han votado en contra del mandato de los secretarios generales de algunas federaciones. La de Collantes ha sido una campaña con tics políticos. Se ha dicho que soy la continuidad de Dámaso Casado, pero los delegados no han percibido eso, sino que han valorado su compromiso con el sindicato.
Aun así Collantes ha obtenido más de un centenar de votos, ¿siente que la organización le demanda cambios?
Reforzar nuestra presencia en las empresas no se consigue cambiando una cara, sino con la actividad diaria. La representación de UGT en las empresas de la CAV, de algo más del 12%, no se corresponde con nuestro número de afiliados, que es de casi 40.000. Tenemos que mejorar eso.
¿Qué va a hacer para lograrlo?
En primer lugar vamos a reforzar los servicios de asesoría jurídica. Se han multiplicado los conflictos en las empresas que acaban en los tribunales por la inconcreción de la reforma laboral. También queremos reforzar la atención a los parados mediante nuestro servicio de orientación y formación e implicar a los jóvenes en una nueva organización que estará operativa en unos meses.
Quiere dar más autonomía a UGT-Euskadi en relación a Madrid, ¿habrá un acercamiento hacia la mayoría sindical abertzale?
No, esto no tiene que ver con acercarse a ELA y LAB. Hay problemas en Euskadi que requieren una resolución en el ámbito vasco, como la negociación colectiva, la fiscalidad, la seguridad laboral, las políticas activas de empleo... Queremos ser un sindicato proactivo en esos temas.
¿Confía en poder dar salida a los convenios de sector? ¿Cómo influirá la huelga general de mañana?
Espero que la huelga no sea una piedra en el camino. En UGT nos quejamos de que la huelga no prioriza el tema de la negociación colectiva sectorial, que para UGT es clave. Deberíamos haber sido capaces de hacer una movilización conjunta en la defensa de los convenios de sector, pero ELA ha tomado la decisión de usar la reforma laboral para crecer como sindicato. En una hoja de ELA a favor de la huelga, entre diez reivindicaciones la defensa de los convenios ni aparece.
ELA argumenta que ningún acuerdo de ámbito superior puede ser de obligado cumplimiento en la empresa.
El convenio que tiene preeminencia es el de empresa sí, pero en la mayoría de pymes no tenemos capacidad de negociar un convenio. Si es posible, que ELA nos explique cómo. En Euskadi solo 70.000 trabajadores tienen convenio de empresa, por tanto los convenios de sector son necesarios. Necesitamos un acuerdo para salvaguardar el campo y las porterías, luego ya veremos si nos ponemos de acuerdo en los contenidos.
Para eso Confebask pide a los sindicatos respetar la reforma laboral.
Debemos convencer a la patronal entre todos de que hace falta un acuerdo. Si el 7 de julio vamos a una jungla, la competitividad de las empresas se basará en quién paga menos y dónde se trabaja más. Para evitar ese escenario tienen que ceder las dos partes, no solo los sindicatos.
El Gobierno Vasco prevé abrir una mesa de diálogo social. Se da por hecho que UGT se sentará.
Si nos llaman a hablar siempre nos vamos a sentar. Una de las señas de la UGT es negociar y luego siempre está el recurso de la movilización. Nos hubiera gustado que el Gobierno Vasco hubiera convocado ya la mesa de diálogo social, porque ha habido medidas en las cuales nos hubiera gustado participar. El Gobierno no se ha tomado en serio la posibilidad de incrementar los recursos a través de la fiscalidad y ha optado por la vía de los recortes.
ELA renuncia a participar en el diálogo social. ¿Entiende la decisión?
Es una decisión estratégica. No quiere legitimar ningún acuerdo con nadie. Entendemos que hay temas en los que se puede llegar a acuerdos positivos para los trabajadores. No entiendo por qué los sindicatos ponemos siempre lo que nos separa por encima de lo que nos une. Tenemos que hacer un esfuerzo todos los sindicatos porque los trabajadores nos demandan unidad.
En el horizonte próximo hay una huelga de una semana en el Metal de la CAV. ¿Se unirá UGT?
Lo está estudiando la federación. Los tres convenios del metal en la CAV están paralizados y tenemos que dar una respuesta contundente.
Una movilización de ese calibre puede romper toda posibilidad de acuerdo con Confebask antes del 7 de julio.
Siempre hemos combinado la negociación con la movilización. No estamos de acuerdo con la patronal cuando plantea que los sindicatos tenemos que acatar la reforma laboral, para eso no tenemos necesidad de llegar a ningún acuerdo. Acatar es un antónimo de negociar.
Hoy Bruselas pondrá más deberes a España. Se habla de otra reforma de pensiones.
Los técnicos plantean retrasar la edad de jubilación y desvincular las pensiones del IPC. UGT se va a oponer con todas sus fuerzas a esa reforma. Hay que pensar en aumentar los ingresos a través de cotizaciones.
Arza es técnico de Lanbide y lleva desde 1984 en UGT-Euskadi, central que pasa a liderar tras ser responsable de Organización. Foto: pablo viñas
"Necesitamos un acuerdo sobre convenios para salvar al menos
el campo y las porterías"
"El Gobierno Vasco no se toma en serio la opción de cambiar la fiscalidad
y opta por los recortes"
"UGT se va a oponer
con todas sus fuerzas a la reforma de pensiones que están planteando"