bilbao. El número de expedientes de regulación de empleo aprobados en la CAV bajó un 7% en abril respecto al mes anterior, aunque el número de trabajadores afectados aumentó ligeramente. El Departamento vasco de Empleo y Políticas Sociales autorizó el mes pasado un total de 241 ERE, en el que se vieron implicados un total de 2.844 trabajadores, un 1% más.

La evolución de los expedientes en abril consolida la tendencia del primer trimestre. En lo que va de año se han aprobado más ERE, pero se están reduciendo mes a mes los despidos colectivos porque los empresarios están apostando por las fórmulas de suspensión o reducción de jornada y dejando en un segundo plano las rescisiones de contratos.

Aún así, 818 trabajadores han perdido su empleo vía ERE en los cuatro primeros meses del año, un 29% menos que en el mismo periodo de 2012 cuando se superaron las 1.150 rescisiones. Los ajustes de jornada laboral han afectado a casi 2.700 personas, que han visto reducido su tiempo de trabajo y su salario. Respecto a hace un año ese dato supone un incremento del 66,5%, traducido en cerca de 1.100 afectados más. El número de suspensiones ha crecido a su vez en un 6% hasta rozar los 10.293 trabajadores afectados.

Esa distribución de los tipos de ERE ha permitido rebajar en 336 el número de despidos en el arranque del año. Sin embargo, en el caso concreto de la evolución de abril se observa un notable incremento en el número de rescisiones, 210 frente a las 93 del mes anterior. Un salto del 126% que aún así sitúa la cifra en niveles inferiores a los de abril del año pasado. Por sectores, el porcentaje de ERE se mantiene en el sector agrario y de la construcción, bajan en el sector de la industria y aumenta ligeramente en el sector de servicios.

En cuanto a las causas de los expedientes, la principal sigue siendo la restricción de la demanda y la producción, pero al estar éstas “estrechamente ligadas” a las causas económicas y financieras, en muchas ocasiones “resulta difícil discernir el peso de una u otra”, señaló el Departamento de Empleo en una nota de prensa. Los expedientes que están actualmente en vigor son 1.831 y afectan a 22.844 personas, de los que 954 (52%) son expedientes que continúan de otro anterior, siendo las comarcas más afectadas Llanada Alavesa, Gran Bilbao y Donostialdea.

Son precisamente las zonas más industrializadas las que más sufren el impacto de los ERE debido a su masa empresarial y no es extraño que las capitales económicas de los tres herrialdes lideren la estadística. La distribución territorial es desigual, ya que el número de expedientes ha crecido un 37% en lo que va de año en Araba y Gipuzkoa y solo un 13,6% en Bizkaia. El incremento medio de la CAV baja por ello hasta el 25,7%. Mientras que el número de afectados solo sube significativamente en el caso alavés (42,5%) y se mueve en una dinámica cercana al estancamiento en el guipuzcoano (4,75%) y sobre todo en el vizcaíno (2,8%).

negociación colectiva Mientras los ERE avanzan por un camino menos agresivo para los trabajadores, la negociación colectiva y la finalización automática el próximo 7 de julio de los convenios que no hayan sido renovados añaden tensión al mercado laboral. En ese sentido, el sindicato ELA insistió ayer en que no aceptará congelaciones o reducciones salariales, al tiempo que denunció que la patronal utiliza la negociación colectiva “como un instrumento de productividad”, mientras que el Gobierno español actúa como “una subcontrata” y, en su opinión, a los empresarios

Asimismo, acusó al Ejecutivo vasco de “falsear la realidad” al plantear que todos los agentes coinciden en que “la solución pasa por un acuerdo interprofesional”, en relación al intento de dinamizar el diálogo social en Euskadi para evitar el decaimiento de los convenios marcado en la reforma laboral del PP.

A una semana de la huelga general, el responsable de Negociación Colectiva, Joseba Villarreal, advirtió en una rueda de prensa en Bilbao de que, en función de los últimos datos de la Comisión Europea, se está produciendo en el Estado español una pérdida en los salarios, mientras que “las rentas empresariales y de capital ganan”, tanto en cantidad como en la distribución de la riqueza.

Villareal destacó que “donde más pierden los salarios, peor está el empleo”, lo que “desmonta la teoría de que a menor salario más empleo”. Por ello y frente a la “posición ideológica” de la patronal que “nos quiere más pobres”, defendió que “subir los sueldos sería lo justo y sobre todo lo eficaz” porque permitiría “implementar otras políticas que, de otra manera, no se puede”.