Mariano Rajoy y la ministra de Empleo, Fátima Báñez, se reunieron ayer con sindicatos y patronal de manera formal por primera vez en año y medio. Foto: efe

Rajoy cierra la puerta a negociar con los agentes sociales las próximas reformas

adrián legasa

bilbao. "El Gobierno tiene un rumbo fijado". Así despachó Mariano Rajoy a los líderes de los principales agentes sociales españoles en la primera reunión a tres bandas -Gobierno, sindicatos y patronal- que concede el presidente del Ejecutivo desde que accedió a Moncloa a finales de 2011. Rajoy resaltó ayer el valor del diálogo social en determinadas materias como las pensiones pero se negó a abrir a la negociación otros asuntos como la fiscalidad o el ajuste del déficit.

Precisamente una de las propuestas que realizaron los líderes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, al presidente del Gobierno fue incrementar la presión fiscal, incluyendo un nuevo impuesto a las grandes fortunas, para relajar la dinámica de ajustes y poder dar una mayor cobertura a los colectivos más necesitados. Esta medida iría dentro de un gran pacto de Estado en favor del empleo, que como los sindicatos también reclama el PSOE.

Pero en la agenda del Gobierno popular no hay espacio para pactar nada con nadie y Rajoy dejó claro ayer a patronal y sindicatos que "no hay condiciones" para ese gran acuerdo de Estado. En la reunión celebrada en La Moncloa, que se prolongó durante casi tres horas, el presidente del Ejecutivo insistió en que el objetivo principal del PP es reducir el déficit, y que a ello se encomendarán las próximas reformas, a pesar de que previsiblemente Bruselas dará una tregua de dos años a España a finales de mes. "Hay que fijarse objetivos realistas", dijo Rajoy al término de un encuentro de tres horas pero con escasos avances más allá de la imagen con CEOE, sindicatos y Gobierno de nuevo en torno a una mesa. "El Gobierno tiene un rumbo marcado y sabe lo que hay que hacer", reiteró.

A pesar de cerrar la puerta a un acuerdo sobre los grandes temas económicos, el presidente del Ejecutivo quiso resaltar el diálogo social en torno a cuestiones como las pensiones o los aumentos salariales, a pesar de que su Gobierno se ha saltado lo pactado por patronal y sindicatos en uno y otro asunto. En este sentido, dentro de los pocos puntos de encuentro, Rajoy celebró el visto bueno de CCOO y UGT a hablar del factor de sostenibilidad del sistema de pensiones, una cuestión muy espinosa sobre la que pivotará la próxima reforma en esta materia.

Además, las tres partes se comprometieron a buscar fórmulas para conceder mayores ayudas a las personas desfavorecidas, aunque sin concretar nada más, así como para frenar el alza de los precios regulados. También hubo cierta sintonía en la estrategia europea para reclamar a la UE medidas de estímulo y avanzar en la unión bancaria.

Toxo y Méndez lamentaron que el PP no esté dispuesto a concertar un gran pacto social a pesar de que los sindicatos "hemos hecho el esfuerzo sincero de abandonar posturas maximalistas", dijo el líder de CCOO. El presidente de CEOE, Joan Rosell, reconoció que un gran acuerdo a tres bandas "es difícil" y consideró oportuno que en algunos temas "decida solo el Gobierno" ya que "es el que está en la mesa de operaciones".

"Quien está en la mesa de operaciones es

el Gobierno y es el que debe hacer las cosas"

joan rosell

Presidente de la CEOE

"Lamentamos que

no haya consenso pese a dejar de lado posturas maximalistas"

ignacio fernández toxo

Secretario general de CCOO