BERLÍN. El Gobierno alemán espera más sacrificios y esfuerzos de sus socios de la zona euro más afectados por la crisis económica, tanto Italia como Grecia, España y Francia, afirma el semanario Der Spiegel, que cita un informe interno del Ejecutivo de Angela Merkel, que se encuentra a escasos meses de la celebración de elecciones en Alemania.

De acuerdo con ese medio, que se remite a un informe parcial sobre el Pacto para el Crecimiento de la Unión Europea (UE), Berlín considera que sus socios deben acometer más ajustes, en aras de la política de austeridad, para superar la crisis económica.

En este informe se reconoce que todos los países miembros han llevado adelante "una movilización general" para reformar sus estructuras y competitividad. Sin embargo, en el caso de Italia se perfila un mayor "margen de maniobra" para la liberalización del mercado laboral, siempre según el semanario germano. Una situación parecida se apunta en lo que concierne a Grecia y España, países en los que se considera "imprescindible" llevar a cabo más reformas para "superar la rigidez" de su mercado laboral.

Finalmente, en el caso de Francia se considera que hasta ahora los planes de consolidación se han traducido esencialmente en un aumento de los ingresos, pero que no se ha reducido el gasto público. El análisis del Gobierno de Berlín admite que las reformas precisan tiempo para que surtan efecto, aunque al mismo tiempo constata que es preciso lograr pronto algunos éxitos.

Alemania exporta menos Aunque las recomendaciones a los socios europeos están en la línea tradicional de pensamiento del Gobierno de Angela Merkel, no se puede soslayar la posible existencia de un carácter electoralista en el hecho de insistir en cargar sobre los socios del sur la culpa del estancamiento económico de la Unión Europea. Más aún en un momento en el que las exportaciones germanas al resto de socios comunitarios han bajado considerablemente. En el primer trimestre decrecieron un 2,5% interanual, con un retroceso del 3,9% en las ventas dirigidas a países de la eurozona, países que están siguiendo las políticas de austeridad fiscal de Berlín con el saldo de una fuerte paralización de sus economías.

En el caso de las importaciones, y pese a la petición a Berlín de que estimule su consumo interno, las compras a la Unión Europea bajaron un 1,4%, con un retroceso del 2,6% de las importaciones con origen en la zona euro, -algo que no ayuda en nada a que, por ejemplo, las exportaciones vascas a Alemania puedan aumentar y aportar más al crecimiento del PIB vasco-. Sin embargo, las compras a terceros países también bajaron un 7% interanual.