BILBAO. La futura Ley de Cajas no impondrá a las entidades un plazo en la venta de las acciones de sus bancos y convertirse en fundaciones. No habrá por tanto una fecha concreta para que BBK, Kutxa y Vital pierdan el control de Kutxabank y se elimina el riesgo de malvender participaciones en el banco que gestiona el negocio financiero y la cartera industrial de las tres cajas vascas.

El Consejo de Ministros aprobó ayer el anteproyecto de la nueva regulación, un texto que tiene como objetivo principal forzar a las cajas del Estado a perder poder en sus bancos. El Gobierno español ha perdido una escaramuza en la que siempre estuvo en desventaja por su debilidad y se ha visto obligado a plegarse a las exigencias de la Troika, que había puesto en el punto de mira a todas las cajas de ahorro a causa de los desmánes de las que ya han desaparecido en sucesivas fusiones o de las que están intervenidas por el Estado tras el fiasco de su privatización. El ejemplo más palpable y sonoro de esas malas prácticas es Bankia, pero la dinámica está arrastrando a las cajas que quedan en pie, que son las sanas. Ese café para todos financiero se había convertido en una seria amenaza, una bomba de relojería que al explotar podía convertir en auténticos saldos las acciones de las entidades. Establecer un plazo concreto para la venta de activos hubiera supuesto su desvalorización automática, ya que las leyes del mercado se habrían impuesto: los compradores interesados no tenían más que esperar a que se acercara la fecha limite para lograr un precio más barato.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, despejó ayer ese fantasma durante la presentación del anteproyecto. "No hay fecha" para que las cajas pierdan el control y eso permite al sector ganar tiempo de cara a buscar socios interesantes dispuestos a entrar en el capital de los bancos a un precio ajustado a la realidad y con vocación de continuar generando riqueza en el entorno más cercano. Junto a Kutxabank, también se verán beneficiadas por la decisión Caixabank, Unicaja y en menor medida Ibercaja, en pleno proceso de fusión con Caja 3.

Son las cuatro cajas vivas propietarias banco, aunque BBK, Kutxa y Vital sigan teniendo técnicamente independencia jurídica. Son las afectadas por una Ley que, según de Guindos, persigue "devolver" al sector a sus "orígenes" y centrar su actividad en su comunidad y en el negocio minorista: clientes particulares y pymes. El Gobierno español considera que las cajas nunca debieron abandonar esos límites y obliga a las que los han superado a bancarizarse. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, añadió que se aprobará un nuevo sistema fiscal de cara a incentivar la obra social.

flexibilización Aunque el Gabinete de Rajoy intentó vincular la futura ley de cajas a la recuperación de la filosofía que impulso la creación de las entidades de raíz social y al proceso de saneamiento del sector financiero, el perfil de los bancos afectados desactiva esa tesis. Kutxabank, Caixabank y Unicaja están en la cabeza del restringido grupo de entidades saneadas del Estado y además se han mantenido pegados a su lugar de orígen con la obra social. De hecho, el banco de las tres cajas vascas fue coronado como el más solvente en los test de resistencia realizados a finales del año pasado.

No ha habido forma de convencer a la Troika -Comisión Europea, Banco Central y Fondo Monetario- de que los barcos que siguen a flote son sólidos y por ello el anteproyecto recoge, como apuntaban los borradores, mecanismos para presionar a las cajas a deshacer posiciones en sus bancos de cara a su conversión en fundaciones. También obligará a profesionalizar órganos de gobierno -la mitad de los consejeros serán independientes- e impedirá que el presidente de una caja presida también su banco, como sucede en BBK y Kutxabank con Mario Fernández.

La renuncia a establecer un plazo concreto para la venta de las acciones abre una puerta hasta ahora cerrada. No solo se gana tiempo para buscar un buen comprador, también cabe la posibilidad remota de que una mejora de la economía cambie la percepción de Europa del modelo de cajas. Todo se reduce a una cuestión de credibilidad porque hay bancos alemanes con ratios de solvencia que en España supondrían su intervención y que no están en la picota.

"Esta ley tiene como objetivo avanzar en el proceso de saneamiento del sector para volver al crecimiento económico"

"Supone una vuelta

a los límites de la cajas, que nunca tendrían que haberlos superado"

luis de guindos

Ministro de Economía