GRANADA. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, intentó ayer dar una de cal y otra de arena en una cumbre informal en Granada con su homólogo español, Luis de Guindos. El cerebro económico de Angela Merkel comprometió la participación de su gobierno en un programa de financiación de pymes orientado a crear empleo en el Estado, pero también rechazó aplicar estímulos económicos en Alemania para que sus empresas retomen la actividad exportadora que ha mantenido a flote a Europa y a España hasta la recaída en la recesión.

El objetivo del plan de financiación es crear un "patrocinio" compartido que dinamice la inversión privada alemana en pymes solventes y competitivas. Ni de Guindos ni Schäuble profundizaron en los detalles económicos de ese "esquema de esponsorización" del capital privado, del que a día de hoy solo se sabe que está en fase de diseño y que dos expertos -uno de cada país- se han comprometido a definirlo antes de finales de mayo.

Sin embargo, se trata de un plan ideado al margen de Europa precisamente con la intención de subrayar la "confianza absoluta" de Alemania en el Gobierno español y sus políticas de ajuste. Schäuble afirmó que las reformas "llevan su tiempo y que sus efectos tardan en verse", pero sostuvo que España saldrá de la crisis debido, entre otras cuestiones, a sus "enormes esfuerzos por reducir los costes laborales".