bilbao. Mensajes contradictorios entre la aspirante a la dirección de UGT-Euskadi y el actual secretario general, que apuntan a una guerra interna de aquí al Congreso que tendrá lugar en mayo. Pilar Collantes trató de despejar ayer la polémica afirmando que Dámaso Casado ha estado informado en todo momento de sus intenciones de acceder a la secretaría general, dando a entender que cuenta con el visto bueno del palentino. Pero mientras la exdirectora de Osalan transmitía una imagen de fortaleza y unidad en el seno de UGT, Casado abría la brecha al insistir en Onda Vasca en que aún no descarta su continuidad.
Collantes presentó ayer de manera oficial su candidatura a dirigir UGT-Euskadi, dos días después de que lo avanzara en un comunicado. La manera en que Collantes ha dado el paso no ha sentado bien en algunos sectores de la central vasca, sobre todo por el hecho de que Dámaso Casado, secretario general desde 2002, aún no ha aclarado públicamente si se presentará o no a la reelección en el próximo Congreso.
Collantes ya había anunciado que acudirá al cónclave con los respaldos de tres importantes federaciones -la del Metal y Construcción, la de Servicios y la de Comercio- pero ayer quiso ir más allá y afirmó que su candidatura cuenta con el apoyo del 60% de la organización. Una cifra en principio más que suficiente como para no tener problemas para acceder a la secretaría general. Incluso apuntó que espera ser la única candidata para dirigir la UGT y que "el relevo se producirá de una manera más sencilla de lo que se piensa".
Disparó así la primera bala de una batalla en la que aún no ha entrado el actual secretario general. Collantes, cuestionada sobre si entre ese 60% que apoya el proyecto se encuentra Casado, la sindicalista donostiarra dijo que éste "está informado" de los pasos que han seguido ella y quienes sostienen su candidatura.
Un intento de generar un clima de normalidad que fue frustrado por el propio Casado al insistir en Onda Vasca en que aún no ha decidido abandonar la dirección. La postura del líder de UGT no contribuye a pensar, como explicó Collantes, que el relevo se producirá en un clima de consenso. Casado emplazó al día 2 de mayo para decidirse, quizá con la intención de aprovechar la comparecencia para apoyar a un nuevo candidato a sustituirle. Suenan algunos nombres, como el de Raúl Arza, responsable de Comunicación, para posibles apadrinados de Casado.
Collantes pretende acometer una reestructuración de UGT. Foto: j.m.martínez