Pistoletazo de salida para la nueva caja cooperativa vasca. Caja Laboral e Ipar Kutxa llevan fusionadas desde noviembre pero será esta semana cuando se dé forma a esa unión con la presentación de la nueva marca de la entidad. Un proyecto que va más allá del nombre, ya que la cooperativa pretende ofrecer un nuevo modelo de banca integrando los seguros en unas oficinas que serán en muchos casos rehabilitadas para adecuarse al estilo que la entidad pretende aplicar. Nuevos tiempos.
El próximo sábado se celebrará la primera asamblea con los cooperativistas de ambas desde la unificación formal de las cajas el pasado mes de noviembre. Será en Gasteiz, en el Buesa Arena, y allí se espera que los gestores anuncien el nuevo nombre y presenten el logo, aunque no se descarta que ese hecho se dé incluso durante la semana de forma pública.
Poco ha trascendido hasta la fecha aunque la propia entidad declara que la presentación de esa nueva denominación será "el punto y coma" del proyecto de fusión de ambas cooperativas iniciado hace algo más de un año. La cooperativa lleva "varios meses" trabajando en la que será su seña de identidad, tal y como confirmaba hace semanas el blog de Caja Laboral. Un nombre "que recuerde lo que somos, una banca cooperativa", pero que al tiempo, refleje "lo que queremos ser". Por ello, "la marca que estamos creando será el resultado de un largo proceso de reflexión". Así, "representará la esencia y la evolución del proyecto".
A la nueva denominación se le unirá la remodelación de la web actual de Caja Laboral que, de momento, será el escaparate del nuevo dominio web. No solo eso, la caja aspira también ha revolucionar su sistema de oficinas que supondrán un empujón más al proyecto de bancaseguros que promueve. Las futuras oficinas serán espaciosas, según ha podido conocer este diario, y en ellas se distinguirán las áreas especializadas en los diferentes modelos de negocio de la entidad: banca privada, empresas o seguros, por ejemplo.
Nuevo modelo
Oficinas más grandes
La fusión de las dos cooperativas vascas supuso una evidente duplicidad de oficinas en algunas localidades, sobre todo en Bizkaia, en dónde las antiguas cajas competían, en muchos casos, puerta con puerta. Ante esa situación la nueva entidad se tomó con cierta calma el estudio de cómo afrontar las soluciones y hasta hace pocas semanas no ha comenzado el cierre de algunas de esas duplicadas oficinas, cierres que, en cualquier caso, no han supuesto medidas traumáticas para los empleados, tal y como las dos entidades anunciaron desde un principio. En total, el grupo prevé cerrar en torno a 50 o 60 sucursales.
La clausura de esas oficinas obedece a una estrategia meditada. La caja cerrará, en aquellos pueblos donde se dé esa duplicidad, una de las dos oficinas, escogiendo la mejor de las dos por motivos de ubicación o espacio. Además, para poder afrontar ese negocio de bancaseguros que persigue, muchas de las sucursales definitivas serán remodeladas por lo que se harán obras a corto o medio plazo.
En cuanto al número de trabajadores, la caja tendrá al final unos 2.200 empleados y en torno a 400 oficinas. Como ya anunció, todo ello se hará sin despidos merced a un plan de prejubilaciones y recolocaciones. A ese proyecto de prejubilaciones, el denominado plan de "dinamización 2", se han sumado ya 277 trabajadores según fuentes de la entidad.
Caja Laboral Ipar Kutxa nació oficialmente el 1 de noviembre de 2012 y lo hizo tras completar los saneamientos requeridos con unos activos totales de 24.563,5 millones de euros. Es, por tanto, una entidad de tamaño pequeño dentro del sistema financiero estatal, aunque goza de una salud envidiable, con uno de los ratios de solvencia más elevados del sistema, del 11%. Además, la tasa de morosidad del grupo es relativamente baja en el complicado contexto económico actual, ya que está en el 6,95%, un porcentaje claramente inferior a la media del sector situada en el 10,4%. Es, por tamaño, la tercera entidad financiera de Euskadi -tras Kutxabank y BBVA- y la segunda cooperativa de crédito de España.
Cooperativistas
Sorteando dificultades
La caja ha tenido que superar varios escollos desde que en marzo de 2012 se anunciara el proceso de fusión. Uno de los más difíciles era equiparar los dos modelos cooperativistas. Mientras en Caja Laboral, con sede en Arrasate, todos los cooperativistas eran socios de trabajo, es decir, trabajadores de la compañía, en la caja con sede en Bilbao existía la figura de socios capitalistas, que de hecho eran los más numerosos. Se trata de socios que aportaron capital a la antigua caja rural vasca pero sin ser trabajadores. El próximo sábado en Gasteiz se unirán todos los socios, a los que se les han equiparado los derechos y obligaciones, por primera vez. Se ha escogido el Buesa Arena para poder dar cabida al gran número de cooperativistas que tiene ahora la entidad, ya que Ipar Kutxa triplicaba en eso a Caja Laboral hace ahora un año.
La entidad además ha engordado el número de socios que había en marzo de 2012, cuando anunció el proceso de unión. Lo ha hecho porque la mayoría de los empleados de Ipar Kutxa que no eran cooperativistas han decidido dar el paso tras la fusión -era una opción voluntaria-, según fuentes de la entidad, por lo que casi el 100% de los trabajadores lo son ahora. Además, la caja ha ofrecido a sus clientes con mayor vinculación la posibilidad de unirse al proyecto.
La integración además sigue su proceso lógico, tal y como ha ocurrido en otras fusiones, como la de las cajas de Kutxabank. Así, pese a que la unión jurídica es efectiva desde noviembre y se lleva trabajando en la unión desde hace más de un año, algunas labores se prolongarán aún incluso unos meses más. Es el caso de la integración operativa de sistemas, que está previsto que concluya en octubre de este mismo año.
Modernidad
Modelos de comunicación
Con la nueva denominación surgirá un proyecto basado en un modelo de bancaseguros. Lagun Aro, Ipar Kutxa y Caja Laboral serán uno en un modelo de oficinas que en otros países europeos triunfa. Además, desde la cooperativa se dará prioridad a los distintos modelos de comunicación cliente-entidad, trabajando para ello las nuevas tecnologías. Varios canales trazarán esa línea: a través de móviles e Internet, principalmente. En una nueva era, nuevos medios.