Bilbao. Según el profesor la cifra hecha pública ayer es "menos mala de lo que parece" aunque implica que España incumplirá el objetivo marcado para este año.
El déficit público español se sitúa en el 10,6% sobre el PIB.
La primera lectura es que el dato es menos malo de lo que puede parecer a priori porque finalmente el rescate bancario se ha contabilizado como déficit y ese porcentaje, que aporta 3,6 puntos este año, es algo que va a desaparecer por si solo. No refleja que haya que hacer reducciones adicionales. La parte importante de esa cifra es la que podemos achacar al déficit estructural, que es del 7%.
¿Qué consecuencias acarrea?
La realidad es que ese 7% está casi un punto por encima de las exigencias que tenía marcadas España para 2012 -del 6,3%-. Esto lo que nos indica es que, por mucho que se empeñe el Gobierno de Rajoy, la cifra máxima marcada para este 2013, del 4,5% del PIB, no se va a cumplir. Es muy poco probable que se dé y por tanto, Bruselas va a acabar rebajando el objetivo de déficit.
¿Afectará a las comunidades autónomas?
Si eso ocurre a las comunidades autónomas también se les deberían rebajar los compromisos. Es cuestionable que si el objetivo para España del 4,5% se relaja se mantenga el de las CCAA, que es del 0,7%. Las comunidades representan el 30 o 40% del gasto pero se les ha dado un margen de déficit que apenas llega al 20%. En algún momento alguien va a tener que permitir a las CCAA rebajar esa exigencia.
El Gobierno español parece presionar para que esa rebaja en el objetivo llegue y Bruselas podría anunciar algo así el próximo mes.
Tras muchos años hablando de las ventajas de la consolidación hay un convencimiento general de que exigir demasiada austeridad a los países del sur los lleva a que no puedan salir de la crisis. Esos países, con esas medidas, están más alejados de esos objetivos y del crecimiento. Bruselas probablemente acepte esa flexibilización porque no hay muchas más opciones. Creo que es evidente que España no va a cumplir y es mejor darle un plazo más amplio para que no haya tensiones en los mercados. Es algo que debe trasladarse a las CCAA o algunas tendrán serios problemas.
La CAV y Nafarroa presentan mejores números que otras autonomías.
Las comunidades forales están en mejor situación porque tienen más margen para reducir gastos, además de poder ajustar los ingresos gracias al sistema fiscal propio. El gasto es más elevado y eso permite mayor margen de maniobra.