adrián legasa. Bilbao. El 41º Congreso Confederal de UGT ha coincidido con un momento crítico para la economía y para los trabajadores. El paro, los recortes y los desahucios han sido el hilo conductor de un cónclave marcado sin embargo por la reelección de Cándido Méndez como secretario general, quien tras acceder a su sexto mandato cumplirá 23 años en el cargo. La crisis y las políticas de ajuste marcaron su discurso ayer tras la reelección y ofreció a Mariano Rajoy "apoyo sindical" para plantarse ante las exigencias de Bruselas.

Solo el histórico Pablo Iglesias ha estado más años al frente de UGT. Lo que pudiera parecer un síntoma de fortaleza y unidad ha dado lugar a críticas por parte de quienes ven necesario un cambio de caras en la cúpula del sindicato más antiguo del Estado español.Incluso se han hecho comparaciones en los medios de comunicación situando al sindicalista de Badajoz junto a otros dirigentes políticos que también se han caracterizado por permanecer muchos años en el cargo, algunos de ellos tan poco afines a la ideología sindical como el rey Juan Carlos o el dictador español Francisco Franco.

Tal vez consciente de lo controvertido de permanecer casi un cuarto de siglo como secretario general, ayer se aprobó la limitación del liderazgo en el sindicato a tres mandatos a partir del próximo responsable. Méndez alertó además nada más comenzar el congreso el pasado miércoles de que a los sindicatos se les está "atacando con artillería gruesa de todos los calibres", en referencia a la campaña que, según denuncian las centrales, orquesta la derecha española a través de sus medios de comunicación afines contra la labor sindical. Su colega Ignacio Fernández Toxo, (CCOO) le echó un cable afirmando que se está produciendo un "brutal escrache" mediático para desalojar a Méndez de la dirección de UGT.

Se refería Toxo a las informaciones que han vinculado a CCOO y UGT con el escándalo de los ERE de Andalucía, o a las que daban cuenta de los restaurantes y relojes de lujo a los que tenía acceso Méndez. Pero al margen de estas polémicas, la necesidad de abordar un proceso de renovación que mejore la imagen del sindicato entre los trabajadores ha sido detectada por la propia dirección de un sindicato que cuenta con más de un siglo de historia -el 41º Congreso ha coincidido con su 125 aniversario-.

"Se va a adelgazar el sindicato por arriba y por el medio, y vamos a intentar engordar por abajo", ha dicho estos días Méndez avanzando una purga de altos mandos que permita "estar más en contacto con la base". Reducir la burocracia y lograr más afiliados es una aspiración común a todos los sindicatos, más aún en una época en la que baja la afiliación en términos generales debido al incremento del desempleo. Una aspiración más difícil de cumplir que de anunciar.

Méndez ha apostado en sus intervenciones ante unos 600 delegados por estar más en contacto con los colectivos sociales y ha admitido que el sindicato ha pecado de cierta "lejanía" respecto a los trabajadores estos últimos años. Y en este sentido ha abogado llegar a un núcleo más amplio de trabajadores y defender "con más radicalidad" a los delegados sindicales que hacen un trabajo diario en las empresas.

La autocrítica no varió el guion previsto. La gestión de la Comisión Ejecutiva los últimos cuatro años fue aprobada con prácticamente el 100% de los votos, y Méndez, el único candidato, resultó reelegido ayer secretario general hasta 2017 como se esperaba con el 86% de los votos, sin fisuras. De esta manera el extremeño encara su sexto mandato y alcanzará los 23 años al frente de UGT. Accedió al mismo en el año 1994 en sustitución de Nicolás Redondo, otro histórico al que Méndez ya supera en años de permanencia. El sindicalista vizcaíno permaneció en ella 18 años. Méndez se queda a un paso de alcanzar los 26 años que permaneció Pablo Iglesias, padre del socialismo español, al frente de UGT -de 1899 a 1925, año de su muerte-.

Hasta ayer en la central ugetista no había límite de mandatos a diferencia de CCOO, en el que el máximo son los 12 años que se aplicarán a partir de ahora. Y hay quien se pregunta si Méndez es la persona adecuada para encabezar la "profunda renovación" y el "lavado de cara" que él mismo ha reivindicado durante este congreso. De momento no hay fisuras en el seno de la organización, que atraviesa un momento muy complicado no solo por el descenso de la afiliación y la pérdida de credibilidad en determinados sectores de la sociedad, en especial la juventud, sino también porque Mariano Rajoy ha desplazado a las dos grandes fuerzas sindicales españolas a la cuneta de la vida política.

casado no se pronuncia Su capacidad de influencia es menor en la CAV, donde UGT es la cuarta fuerza sindical -en Nafarroa es mayoritario- y donde la presencia de ELA y LAB difumina su papel en las mesas de negociación y a la hora de convocar movilizaciones. UGT-Euskadi ha convocado su XI Congreso para los días 23 y 24 de mayo, en el que se desconoce si Dámaso Casado optará a la reelección.

Casado dirige UGT-Euskadi desde 2002, y de momento ha evitado pronunciarse sobre su continuidad. En junio explicó que no había tomado una decisión y emplazó a finales de año para decidirse, algo que no ha hecho al menos públicamente.

El de Badajoz ha denunciado durante el 41º Congreso de UGT una campaña mediática contra los sindicatos. Foto: efe

Méndez en febrero de 1995, el año siguiente de acceder al cargo. Foto: dna

El dirigente de Badajoz solo es superado por Pablo Iglesias, quien lideró UGT 26 años

Se limitarán a partir

de ahora los mandatos a tres, pero Méndez fue reelegido por sexta vez